• * El gobierno federal confirma que hubo un enfrentamiento y que un solo soldado, herido de muerte, mató en cuestión de segundos a 14 sicarios que iban en una camioneta, informó el diario español
  • *  “Su pericia es extraordinaria. Increíble. Tanto, que el texto del propio informe se contradice y sugiere que igual no fueron sus balas las que acabaron con todos”, revela el periodista Pablo Ferri

Un informe del gobierno federal concluyó que en Tepochica, Iguala, no hubo una masacre sino un enfrentamiento entre civiles y militares, pero el documento se contradice con los hechos, lo que podría ser una manipulación del caso para exculpar al Ejército.

El 15 de octubre de este año se registró un tiroteo en esa pequeña localidad cercana a Iguala en el que murieron 14 civiles y un cabo del Ejército. La versión inicial señala que se trató de un enfrentamiento.

Al día siguiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un informe del caso en la conferencia mañanera en el que indicó que los militares realizaban un recorrido de vigilancia por la zona, cuando se encontraron de frente con un convoy de presuntos delincuentes.

De acuerdo con el mandatario, los pistoleros le dispararon al cabo que iba arriba de la patrulla, en el control de la ametralladora, y éste, aún herido de muerte, respondió a la agresión y con la ametralladora “le quitó la vida a los agresores”, un total de 14 sicarios.

López Obrador descartó que los hechos ocurridos en Tepochica fueran un acto de venganza por parte de los militares, porque un día antes un grupo criminal emboscó a policías estatales en Aguililla, Michoacán, y asesinó a 13 elementos.

“Es diferente porque (el de Iguala) es un enfrentamiento. No, no, no, no fue venganza. ¡Lo descarto! No aplicamos el diente por diente y el ojo por ojo porque nos quedaríamos todos chimuelos y tuertos. No comparto eso”, afirmó ese día el presidente de México.

Las explicaciones oficiales no fueron convincentes. Las imágenes que trascendieron de ese hecho pusieron en duda la versión que dio el presidente López Obrador.

Catorce cuerpos amontonados entre la batea de una camioneta y el suelo, muy cerca de la unidad, no encajaban con la versión del enfrentamiento.

Después de nueve semanas sin información, el diario español El País revivió el caso con datos nuevos.

Este fin de semana, el reportero Pablo Ferri publicó un reportaje basado en un informe del gobierno federal sobre lo ocurrido en Tepochica.

El documento oficial, al que tuvo acceso El País, concluye que todos los civiles murieron en el enfrentamiento, que duró apenas dos minutos.

El informe plantea una narración en tres actos. El primero empieza a las 16:43 horas del 15 de octubre, cuando una Cheyenne y una Humvee militar, con 14 elementos a bordo, se toparon con tres camionetas llenas supuestamente de civiles armados. No hubo persecución previa, según el informe.

El segundo, cuando algunos de los civiles armados de la primera camioneta, una Ford Ranger, empiezan a disparar y el cabo, al mando de la ametralladora de la Cheyenne, resulta herido.

Y el tercero, cuando el cabo herido dispara y mata a los 14 pasajeros de la Ranger, mientras la camioneta pasa por el lado de la Cheyenne, hasta que empotra de frente a la Humvee.

Todo ocurre en muy poco tiempo, apenas dos minutos. El informe señala que militares y civiles se vieron cuando ya estaban muy cerca, esto por el tipo de calle donde chocaron, llena de vegetación, ligeramente curvada.

Cuando los civiles vieron a los militares, dispararon e hirieron al cabo, que iba de pie sobre la batea de la Cheyenne, a cargo de la ametralladora. Fue un balazo “a la altura del tórax del lado derecho, sobre la parte superior del chaleco antibalas”. Esa herida acabaría por ser fatal.

Enseguida, el cabo responde. La ametralladora que manejaba lanza 800 balas por minuto. Pese a su herida, disparó 50 en cuestión de segundos. Esos 50 disparos habrían acabado con los 14 ocupantes de la Ford Ranger.

“El arma está colocada sobre el afuste”, sigue el documento, “el cual da estabilidad y gira 180 grados, permitiendo buenos disparos. Reduciendo en un primer momento al conductor de la Ranger, ocasionando que la camioneta quedara sin control y posteriormente al resto de los ocupantes. Esto ocurre a entre tres y cinco metros de distancia”.

Más adelante, el informe vuelve a este momento: “La camioneta Ranger se desplazaba al frente, aceleró su marcha pasando a un costado de la Cheyenne, la cual, para evitar el impacto maniobró a la derecha. Ante ello, el Humvee le cierra el paso para evitar que los agresores se evadieran”.

Es decir, el conductor de la Ranger resulta herido pero de alguna forma acelera, la Cheyenne se aparta y la Ranger pasa a su lado a toda velocidad. El cabo, herido, aprovecha, apunta y dispara mientras la Ranger la rebasa. En segundos, mata a todos.

Siguiendo el informe militar, la Ranger choca con el Humvee militar. Para ese momento, todos sus ocupantes están muertos. La puerta de la batea de la Ranger se abre y algunos cuerpos se caen. En el suelo quedan seis cadáveres, cuatro en la parte de atrás, uno boca arriba y otros tres, boca abajo. Otros dos se han caído por la parte lateral. En la batea quedan cuatro y en cabina de la camioneta otros cuatro.

Mientras esto ocurre, los ocupantes de las otras dos camionetas civiles, una Chevrolet Trax roja y una Honda HRV blanca, salen huyendo y disparando. Según este informe son entre 12 y 16, más que los seis u ocho que mencionó en su día la Fiscalía del Estado de Guerrero. Seis militares bajan de la Cheyenne, se cubren y disparan de vuelta.

El reportero de El País señaló la “espectacularidad que resulta difícil de creer” en el informe del gobierno federal, por ejemplo, la puntería del cabo herido que en segundos mató a 14 presuntos delincuentes.

“Su pericia es extraordinaria. Increíble. Tanto, que el texto del propio informe se contradice y sugiere que igual no fueron sus balas las que acabaron con todos”, se lee en el reportaje.

De acuerdo con el informe del gobierno federal: “La Ranger impacta entonces a la Humvee, quedando los agresores sin posibilidad para reaccionar y bajo fuego de dos frentes”.

Los militares dispararon en 201 ocasiones, aunque el informe no precisa si esos 201 proyectiles incluyen los 50 del cabo.