* Rollos como Ramones

 

Felipe Victoria

 

Lo malo de que mucha gente se haya hecho tantas ilusiones, con tantas promesas de que a partir del gobierno de AMLO se darían tantos cambios benéficos, sobre todo en materia de seguridad pública, es que a seis meses y medio lo que hay son tantas mentadas por tantos desencantos.

Los del pueblo sabio de a pie van tomando conciencia de prepararse para enfrentar, ellos mismos, a la delincuencia organizada y ocasional para poner remedios drásticos a la vieja usanza de la primitiva Ley del Talión; ponerse de acuerdo entre vecinos para linchar maleantes y escarmentarlos antes que lleguen los policías municipales a protegerlos, porque para eso pagan cuotas las mañas a comandantes y jefes.

Un círculo vicioso está blindado, pero no es invencible; lo que falta es decisión política y honestidad burocrática, mientras en los niveles superiores de las administraciones federal y estatales, siguen como Adal Ramones, con puros rollos y ocurrencias faraónicas para sangrar los presupuestos inventando chingonerías con su tal Guardia Nacional, versión Morena de la federal y gendarmería de Peña Nieto y compinches, que dicho sea con respeto, valieron madres,

Si las cosas no están peores es gracias a la presencia decorativa y disuasiva de soldados y marinos, pero que todavía no pueden hacer lo que se debiera contra malhechores: ponerlos quietos sin conmiseraciones.

¿Tendremos que “Singapurizar” México antes del 2024?

Más de la mitad de mexicanos estaría de acuerdo porque la politiquería del perdón y olvido no le cuadra a personas pacíficas, respetuosas y decentes; el amañado respeto oficial a derechos humanos de los malandrines, ya lo repudian.

Para que haya seguridad pública se necesitan acciones vigorosas, no discursitos mareadores ni tanta verborrea política.