* Si Juárez no hubiera muerto… y resucitado
Isaías Alanís
La 4 Transformación apunta sus baterías contra la corrupción, el mal uso de los recursos, transformar, pacificar a México y un gobierno laico, pues resulta que quién sabe. La noticia de la celebración de un acto religioso en Bellas Artes y la explanada atiborrada de feligreses con repetición instantánea en capitales del país y por línea, llegó a oídos de Benito Juárez, que montó en cólera republicana y armado con un viejo mosquete Charlesville de chispa, regresó dispuesto a combatir a los causantes de tan ganso atentado.
Primero, contra funcionarios de cultura de Bellas Artes para los que le pedirá al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enviarlos a tomar lecciones de promotoría cultural en los módulos realizados por miembros de la Asociación de Profesionales de México.
Esta medida nada austera del Benemérito de las Américas, que le hizo volver, fue porque las autoridades de cultura le piensan agregar otra “L” a las siglas de esa institución que en simbología masónica tiene un poderoso significado por estar TRES letras antes de la “G”. Y al modificar las siglas de Bellas Artes, si Juárez no hubiera muerto y resucitado, el máximo centro de la cultura se llamaría: Instituto Nacional de Bellas Artes Luz del Mundo.
El Indio de Guelatao reafirmó con este acto su vocación republicana y representa una acción por el rescate del Estado laico, puesto en peligro por este acto de sumisión ante un culto de dudosa procedencia cristera y monetaria.
El llamado al presidente de México fue muy claro, como todo lo que emprendió Juárez durante su mandato, y con la misma firmeza con la que autorizó el fusilamiento de Maximiliano y Miramón, solicitó en forma respetuosa, pero enérgica, al portador de la banda presidencial, que caiga todo el peso de la ley sobre los infractores a tan abusiva afrenta al Estado por el que se derramó sangre mexicana durante la guerra de Reforma para arrebatarles el poder económico a las castas de sacerdotes y hacendados-empresarios que mantenían oprimido al pueblo de México, entronizados en el poder, evasores de impuestos, lavadores de dinero en oro y plata, expertos en desvíos de recursos públicos a privados, expoliadores de la riqueza nacional, del campo, el acero y bautizados por Francisco Zarco en un memorable artículo publicado en el diario “La ilustración mexicana”, como la “mafia en el poder”, el mismo que en el Congreso Extraordinario Constituyente defendió con energía las reformas relativas a la libertad de imprenta y garantías individuales.
Los encargados de la comunicación del actual mandatario, esperan que Juárez y Zarco defensor de la libertad de expresión en tiempos complicados, se presenten a la conferencia mañanera a externar públicamente su enojo por tan lamentable burla a las instituciones. “Se trató de una falta de respeto no sólo a la comunidad artística y cultural y al pueblo de México, sino también a la Constitución en su artículo 24, así como a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que contiene los preceptos fundamentales de un Estado laico, reiterado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, a través de la imagen del expresidente Benito Juárez”. Así lo expresó un Zarco exaltado y contundente.
También reitero el vocero de Benito Juárez García, que el mismo expresidente Juárez se unirá a las protestas de musicos, artistas, intelectuales y gente de a pie para enviar al exilio a los responsables directos ya que esa violación al Estado laico, podría merecer la pena capital. En off es visible como Juárez, cuando Zarco lee su mensaje, balancea de uno a otro lado el Charlesville para darle formalidad a lo emitido por su amigo y ministro del interior.
“Esperemos que no pase a mayores, porque si de terquedad hablamos, Juárez es un ejemplo al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador y le den una salida digna a este tropiezo. Los avances de la 4T serán obnubilados por este lamentable incidente que los enemigos de Juárez y Andrés, van utilizar para evitar un cambio verdadero”, concluyó Zarco, y ambos salieron por la puerta principal de Palacio Nacional rumbo a Bellas Artes a donde van entregar la copia del pliego petitorio entregado en la Oficina del Presidente y del cual se desconoce su contenido.
Por escuchas al teléfono celular de Zarco —asegura el informante anónimo— que Juárez le pedirá al presidente Andrés Manuel López Obrador, la dimisión de la directora de Bellas Artes, tal y como ya lo han hecho artistas, músicos e intelectuales, y realizar ajustes estratégicos a su gabinete. ¿Le hará caso López Obrador a un Juárez iracundo y resucitado que también hizo público en entrevista banquetera en lo relativo al retiro de privilegios a los ricos: “que se les trate con todo el peso de la ley a los empresarios que de Vicente Fox a Peña Nieto les otorgaron condonaciones de impuestos por un monto de 400 mil millones de pesos, ‘este acto en mis tiempos merecería la pena capital para autoridades involucradas y empresarios corruptos’”, señaló, al mismo tiempo que ordenaba avanzar a Zarco y no contestar más preguntas porque la contaminación y el humo de la Ciudad de México le afecta la vías respiratorias, y que en otro momento dará una conferencia sobre la relación de Carlos Emiliano Salinas Occelli y su participación y complicidad en el caso NXIVM creado por Keith Raniere.
Salinas Occelli es el representante en México de NXIVM, sostuvo Juárez levantando la ceja izquierda y afirmó: “en 2010 dio en San Miguel de Allende una plática, y ahora que su líder fue capturado y descubierto por esclavismo sexual y herradero de mujeres, espero que también al hijo de quien le ha hecho tanto mal a México, sea condenado a cadena perpetua y se le confisquen sus bienes por el bien de la república”. No dijo más y aceleró el paso hasta el forcito negro que ya lo esperaba.