* Un Tribunal Electoral bajo sospecha
* Los signos previos a la tormenta
* Tecoanapa: Los 8 votos… del gane

Jorge VALDEZ REYCEN

El Tribunal Electoral del Estado (TEE) junto con sus magistrados vive momentos cruciales de confianza, certeza jurídica en sus fallos y una tormenta perfecta postelectoral.
Entre signos de rebeldía social proveniente de Tecoanapa, las descalificaciones de la cúpula de Morena, acusaciones de falta de probidad y hasta de actuar bajo consigna, el máximo organismo jurisdiccional transita una ruta sinuosa, compleja y hoy al borde de llevarlos de juzgadores a acusados.
Ante la proximidad del cierre legal del proceso electoral concurrente y las reasignaciones de diputaciones plurinominales que perjudicaron a Morena, por la sobre representación que alcanzaban –la cual no ha sido debidamente sustanciada ante los medios de comunicación, generando vacíos informativos—, el TEE ha lidiado en los últimos días con una andanada de acusaciones, amenazas y presiones de todo tipo.
Tecoanapa es la prueba evidente de un sesgo impactante de recuento de votos tan cerrado que por menos de 10 sufragios se ha tenido que revertir resultados, con la consecuente y airada reacción del candidato de Morena que perdió en tribunales durante el conteo de revisión de paquetes electorales que, argumentan, ya estaban abiertos y sus sellos violentados. No obstante ello, el triunfo de la coalición PRI-PVEM obtuvo el triunfo por ¡8 votos!
El explosivo y polémico representante de Morena ante los órganos electorales, Sergio Montes Carrillo, amagó con promover juicios políticos contra los magistrados que desde hace un año han sufrido “fuego amigo” de su colega Emiliano Lozano Cruz, quien rompió todos los protocolos y hasta exigió la renuncia masiva de todos los magistrados, aduciendo fallas, errores procesales y hasta dejar en la imaginaria colectiva la idea de que “están maiceados”.
Lo cierto es que el 17 de junio pasado, el máximo tribunal vetó a Emiliano Lozano Cruz de conocer asuntos relacionados con el PRI, en virtud de que hizo declaraciones a la prensa que evidentemente ponían en duda su imparcialidad para emitir cualquier opinión hacia el partido tricolor. La moción fue aprobada por la totalidad de los togados y Emiliano quedó en evidencia pública de ser parcial en su desempeño.
El viernes pasado, luego de conocerse la reasignación de tres diputaciones por representación plurinominal, Sergio Montes Carrillo montó en cólera y tronó contra los togados, a quienes tildó de testaferros, al servicio de otro poder y por tanto pedirá un juicio de procedencia para desaforarlos de sus encargos. Dijo que promoverá ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el fallo emitido por el TEE y la reasignación de dichas diputaciones.
Entre las diputaciones estaba la de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, razón por la que la directiva de Morena se encuentra muy molesta y desconfiada del fallo de los magistrados, que se insiste no han socializado ni fundamentado a través de los medios sus decisiones, sólo han ofrecido declaraciones a reporteros pero ningún posicionamiento oficial.
Tecoanapa ha sido más que una expresión de rebeldía, al bloquear la autopista, impedir el libre tránsito de empleados burócratas y hasta de intentar tomar rehenes a los magistrados en su edificio sede.
¿Por qué llama la atención esta tormenta perfecta en el TEE? Porque no había ocurrido ningún incidente postelectoral a la elección del 1 de julio. Porque un magistrado activó al seno del órgano jurisdiccional una corrosiva duda de transparencia en el comportamiento de sus colegas. Y porque no han tenido manejo de medios los magistrados o simplemente no han sido lo suficientemente claros en posicionar su trabajo.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.