Jesús Lépez

 

El gran problema de México es que los graves asuntos, como el de la corrupción, se intentan cubrir siempre con discurso político.

La reacción de los diputados del PRD al desfalco de casi 200 millones en el organismo operador de agua potable del gobierno de Evodio Velázquez Aguirre en tan solo un año, el 2016, es una clara muestra de que no están dispuestos a que sus correligionarios rindan cuentas del dinero de los ciudadanos.

Un ejemplo. Un enojado diputado Ernesto González pide al coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, “que se defina y diga si es parte del Frente o un infiltrado del PRI”.

Esto porque con otros miembros de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría General del Estado, que fue la que pidió la revisión a las saqueadas finanzas de la CAPAMA, dio a conocer los resultados de la auditoría, entre los que, para no hacerla larga, encontraron facturas de comidas en lujosos restaurantes, consultas médicas, compra de medicinas en exclusivas clínicas particulares, así como millonarios pagos sin comprobación y adquisiciones fantasma.

Es decir, el diputado González trata de matar al mensajero a la vez que le exige que sea omiso y cómplice de la corrupción, pero además exhibe que está muy mal informado.

Primero. El Frente Ciudadano por México, al que se refiere, no se ha conformado a nivel estatal e incluso puede no concretarse, ya que a nivel estatal los partidos participantes no están obligados a ello. Una de las cláusulas del acuerdo de las dirigencias nacionales les da la opción de hacerlo de acuerdo al contexto de cada entidad federativa.

De hecho el dirigente estatal del PAN, Marco Antonio Maganda Villalba, declaró recientemente que recibió la instrucción de su líder nacional Ricardo Anaya de trabajar en la integración de éste a nivel local. Luego entonces, en Guerrero no hay aún un Frente Ciudadano.

Segundo. Uno de los objetivos del Frente plasmado en el documento que la dirigente nacional del PRD Alejandra Barrales, firmó con sus homólogos del PAN y Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya y Dante Delgado, es precisamente luchar contra la corrupción.

Entonces el diputado González estaría hablando de otro Frente diferente, el Frente Corrupto por Acapulco, o el Frente Solapador del Saqueo, o el Frente del Cinismo, póngale como usted quiera, en el cual hay que definirse… o eres cómplice y tapadera, o eres infiltrado del PRI. Maniqueo, burdo e infantil. El tema aquí es la corrupción, no las definiciones políticas.

Afortunadamente hay otros diputados como el propio Ricardo Mejía o Samuel Reséndiz, que están en su labor de fiscalización, e incluso como Eduardo Cueva Ruiz que presentó el martes una iniciativa de adiciones a la Ley General de Infraestructura para que todas las escuelas que se construyan tengan la obligación de contar con una certificación de sus condiciones estructurales, para evitar lamentables sucesos como el del colegio Rebsamen en la Ciudad de México.

Es una iniciativa que se enviará a la Cámara de Diputados donde habrá además que darle impulso, con lo que se demuestra que hay legisladores que sí tienen altura de miras y otros como el desinformado Ernesto González que… ¿cuántas iniciativas ha presentado por cierto?

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