* En lo que va del año han ocurrido 13 homicidios en el “Baltasar R. Leyva Mancilla!”, debido a “negocios ilícitos dentro, lo que ha desatado la violencia y ajustes de cuentas”, reveló el alcalde

 

Bernardo Torres

 

Luego de por lo menos 13 homicidios al interior del mercado “Baltasar R. Leyva Mancilla!”, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena anunció que se implementarán operativos en coordinación con la Policía Estatal y Federal, así como la instalación de una caseta de vigilancia.

El mercado, dijo es considerado desde hace varios meses como un “foco rojo” para los tres niveles de gobierno, por los altos índices de violencia y el tipo de armas que se han utilizado en los homicidios.

Insistió en que esta ola de asesinatos en la principal central de abastos de la capital, se debe al manejo de dinero y negocios ilícitos que se llevan a cabo y que están derivando en ajustes de cuentas con los comerciantes.

En la última reunión que sostuvo con autoridades policiacas y militares, acordaron la implementación de operativos al interior del establecimiento, a fin de reducir los índices delictivos, y prevenir el delito, una demanda cada vez más fuerte de este sector.

Esto, independientemente de que al intervenir la federación y el estado “se tengan que tocar intereses”.

Apenas la mañana de este lunes, un hombre fue asesinado en el tianguis del mercado, caso que llamó la atención, porque su perro estuvo a su lado en todo momento a pesar de estar sin vida.

Sobre la violencia de las últimas semanas en esta ciudad, dijo, que ha insistido en la conformación de una mesa de coordinación municipal, que esté en comunicación con el Grupo de Coordinación Guerrero, y trabajar de la mano.

Además de la violencia por la delincuencia organizada, en los últimos días ha habido un repunte de la delincuencia común en el primer cuadro de la ciudad, como robo de teléfonos y carteras, reconoció.

Independientemente, de los altos índices delictivos en Chilpancingo, consideró que no es viable el alzamiento de grupos de civiles armados, en zonas no indígenas, que además son vulnerables a ser infiltrados por la delincuencia organizada. (API)