Alejandro Mendoza

 

El PRD ha sufrido renuncias a su militancia de sobresalientes líderes y dirigentes que sin duda han impactado moral y emocionalmente en la percepción social y política de manera negativa. Y con ello se llevó a liderazgos, militantes y simpatizantes al punto de definir su permanencia o no en el partido político.

Desde los inicios del PRD han existido corrientes en el partido con ideología distinta. Pero con el paso del tiempo, y en especial en las zonas donde el partido ha cobrado fuerza, las diferentes facciones se han enfrentado enconadamente por los cargos de elección popular.

A estas corrientes se les conoce popularmente como tribus. Las principales confrontaciones se atribuyen a la presencia en el partido de actores políticos, que tejen redes corporativistas en las que se apoyan para alcanzar un cargo público y generan grupos de poder desde la burocracia.

Los enfrentamientos entre distintas corrientes en múltiples ocasiones han recurrido al fraude en las elecciones internas, por lo que es común las denuncias por prácticas de corrupción. Destacados miembros del partido han expuesto su inconformidad ante esta situación, pero hasta el momento ningún actor político del PRD ha pretendido poner fin a estos enfrentamientos, que han debilitado al partido, bajo el argumento de que es una forma de manifestar la democracia interna del partido.

Hoy el PRD está entrampado en cuanto a la forma en cómo habrá de definir la nueva dirigencia nacional, el consejo político nacional, el congreso nacional, las dirigencias estatales, los consejos políticos estatales, las dirigencias municipales y consejos políticos municipales, es decir, todos sus órganos de gobierno y de dirección partidista.

Pero esta situación le antecede una historia de pleitos internos y renuncias relevantes al PRD.

El 17 de septiembre del año 2012, en una entrevista que sostuvo Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del Distrito Federal y ex presidente de la Red Global de ciudades seguras de la ONU, con el director editorial del periódico Excélsior, Pascal Beltrán Río, señaló que el conflicto perenne o faccionalismo extremo, es un factor que daña al partido político del cuál es miembro activo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Finalmente, Ebrard se separó del PRD.

Posteriormente se evidencia la necesidad de una reforma estructural del PRD para la reconstrucción del mismo, a raíz de la conformación de un nuevo partido político denominado MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), el día 20 de noviembre de 2012, que iniciara como asociación civil y grupo de apoyo a la candidatura a la Presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, creado por el ex líder nacional del PRD, debido a las constantes disputas con las distintas facciones del partido.

Tras la derrota de la Coalición Movimiento Progresista en los comicios del 1 de julio de 2012, el 9 de septiembre de 2012, el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador anunció oficialmente su separación de los partidos del Movimiento Progresista conformada por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, con el objetivo de trabajar en la formación de una nueva agrupación política de izquierda basada en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Durante su discurso, Andrés Manuel López Obrador detalló que su salida del PRD, no significaba una ruptura; sostuvo que su decisión ayudará a fortalecer y renovar al Movimiento Progresista, debido a que el PRD vive un conflicto interno entre sus corrientes internas en la permanente lucha de cargos burocráticos y cuotas de poder.

Tal situación no fue así y se agravó al pasar los meses, pues el encono político creció entre AMLO y la corriente denominada Los Chuchos, sobre todo después de la firma del Pacto por México con el PRI y PAN, propuesto por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que impulsaba sus reformas estructurales, principalmente la energética, educativa, fiscal y hacendaria.

En este mismo contexto, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador y líder moral del PRD desde su fundación, renunció a su militancia del Partido al expresar diferencias irreconciliables con la clase dirigente actual del PRD.

Estas separaciones dejaron debilitado al PRD en su fuerza política y ahora se encuentra en manos de dos grupos: la Izquierda Democrática Nacional (IDN), corriente liderada por René Bejarano y Dolores Padierna; y la corriente Nueva Izquierda, liderada por Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva.

Y aunque el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Mancera, llegó a través de las siglas del PRD ha mantenido una indefinición política en cuanto a su militancia perredista, no obstante ha jugado políticamente con el peso del poder que le da el cargo que ostenta. Se comenta que la llegada de Alejandra Barrales a la dirigencia nacional fue un acuerdo de él y Los Chuchos…(continuará)

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz

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