Predestinamientos NO, simples consecuencias

 

Felipe Victoria

 

Cuando ciertas cosas desagradables le suceden a cualquiera, a manera de consuelo previo a la resignación tras el duelo, muchos se refugian en débiles explicaciones poco convincentes de índole religiosa, como aquello de que “ya estaba escrito” o que “no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios”.

En el caso concreto de México, no es que el país estuviera predestinado a que después de un presidente de color llegara un demente belicoso a imponer sus caprichos de magnate, que lastima a su vecino cercano llevándose entre las patas a sus connacionales del obsesivo “America First” kuklusklánico-nazista de sus genes y sangre de inmigrantes europeos.

Tampoco es cierto que este vasto territorio, siempre codiciado por potencias extranjeras, esté predestinado a que lleguen  conquistadores “güeritos” a volver a partirnos la madre como al fanático religioso Moctezuma, que se figuró que llegaba Quetzalcóatl y se puso de a chinqueque.

Del análisis frío de la historia se deduce que los iberos dominaron relativamente fácil a los pueblos autóctonos porque odiaban a los abusadores aztecas, que les imponían tributos y mediante guerras floridas los esclavizaban, y a veces hasta se los comían.

Místicos a decir basta todos los habitantes de la Nueva España, fueron dócil plastilina para que los evangelizaran los misioneros sin armas, cambiándoles sus ídolos de piedra por estampitas y transformando a su Tonantzin en la milagrosa Virgen Morena, generosa y consoladora para que aguantaran la friega y explotación de los conquistadores a cambio de la promesa de un cielo prometido. ¿Les habrán pagado sueldo por construir tantísimos templos?

Ahora que nos están “trumpeando” duro, nuestros faraónicos y voraces gobernantes nos quieren motivar para conseguir la unidad patriótica que ellos con sus descuidos cívicos de muchas décadas aniquilaron. Nada de que “ya estaba escrito” ni que los mexicanos estemos predestinados a que extranjeros nos traigan de sus tarugos sumisos.

Necesario compartirles lo que en Wikipedia del Internet se publica respecto a la PREDESTINACION, transcribo entre comillas un fragmento:

“La predestinación (del latín praedestinatĭo, -ōnis1) es una doctrina religiosa, bajo la cual se discute la relación entre el principio de las cosas y el destino de las cosas”.

“En particular la predestinación concierne a la decisión de Dios para crear y gobernar la creación y la evolución y el punto hasta el cual las decisiones de Dios determinan lo que será del destino de grupos e individuos”.

“San Agustín, en la Iglesia Católica, y Calvino, en el protestantismo, son autores especialmente vinculados a esta doctrina, aunque entre ellos se dan diferencias notables”.

“Calvinismo y predestinación. Juan Calvino ‘creía en la predestinación, es decir, en que desde el principio de la Creación Dios había predeterminado ya quién se salvaría y quién se condenaría’. Aunque pudiera parecer que una doctrina en la que, independientemente de lo que uno haga, Dios ya ha predeterminado si éste se salvará o no, no sea el mejor estímulo para alentar un comportamiento moral, en la práctica tuvo gran influencia. Esto lo explica: ‘puesto que obrar y vivir en el temor de Dios se interpreta como síntoma de que se es uno de los pocos elegidos, todos desean descubrir en sí mismos los signos de la gracia divina y obran convenientemente. La doctrina de Calvino era una especie de profecía que se cumplía a sí misma’”.

Analizando fríamente nuestra historia, no hay registro de ninguna otra profecía respecto a que por la de malas llegara a Washington un orate         nazifascista, que como magnate inescrupuloso quiera avasallar al país vecino por vengarse de infidelidades conyugales agarrando parejo con sus bajas pasiones kukuxklánicas, pero que se está llevando entre las patas también a sus connacionales quitándoles la mano de obra barata que tanto requieren.

¿Habrá en la historia de los USA alguna otra profecía de que a Donald Trump las mafias afectadas se lo quiten de encima como a John F. Kennedy en Dallas, Texas, aquel noviembre de 1962, o a Abraham Lincoln cuando perjudicó a los esclavistas y hasta se dio una guerra de secesión?

El imperialismo yanqui acostumbra fomentar guerrillas y revueltas para desbaratar gobiernos ajenos, les encanta dividir naciones en dos cuando quieren apropiarse de sus riquezas naturales; recordemos Corea y Vietnam por mero ejemplo.

Aquí es secreto a voces el proyecto de forzar un “México Libre del Sur” desanexando por lo menos cuatro entidades llamadas Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, pero no se les quitan las ganas de apropiarse de territorios en el Istmo de Tehuantepec para concretar aquel proyecto de un canal, carretera o ferrocarril que agilice el comercio marítimo del Pacífico al Golfo, al que férreamente se opusieron Porfirio Díaz y Venustiano Carranza.

El acosado y aperplejado gobierno mexicano acorralado por Trump,  quiere de pronto que los mexicanos se unan defendiendo la soberanía  nacional del caprichoso muro, cuya mitad desde hace mucho existe, ¿pero de donde sacar sentimientos nacionalistas y patriotismo en generaciones que crecieron alejadas de conocer nuestra historia y el civismo en las escuelas?

¿Quiénes son los verdaderos “BAD HOMBRES” de quienes necesitamos todos deshacernos porque no estamos predestinados a seguirlos soportando? En cambio, debiéramos expulsar a los cínicos saqueadores que manipulan la justicia.