Alejandro Mendoza

 

Los efectos negativos de las decisiones tomadas por dirigentes del PRD nacional en los últimos siete años, en los que la corriente de Los Chuchos, ha tenido gran responsabilidad, se ejemplifican en los siguientes hechos:

En Oaxaca, el PRD en 2010, en coalición con el PAN, PT y PMC llevó a Gabino Cué la gubernatura. En 2015, en la elección federal logró una votación histórica del 20%. En 2016 en la elección a gobernador 14.4%, perdió el 5.6% de los votos alcanzados en 2015.

En Zacatecas, el PRD en 2010 en coalición de izquierdas con el PMC tuvo 23.80% de los votos. El PT participó con su propio candidato alcanzando el 15.9% de la votación. En 2015 el PRD sólo alcanzó 13.75% de los votos a legisladores federales. En 2016 la alianza PAN-PRD tuvo menos votos que las izquierdas del 2010 con 17.2%. Respecto al 2015 el PRD perdió más de la mitad de sus votos al pasar de 13.75 al 8.7% de la votación local.

En Veracruz, el PRD en 2010 en la elección a gobernador en alianza de izquierdas PRD, PT y PMC, alcanzó apenas el 12.9% de los votos. En 2015 el PRD sólo logró el 11%. En 2016 en coalición con PAN, el PRD pierde, en términos proporcionales casi la mitad de la votación del 2015 al caer al 5.5%.

Por tal razón se puede entender que el decrecimiento del PRD pone realmente en riesgo su fuerza electoral y política, sin considerar el efecto que ha venido provocando AMLO y Morena.

Además, hay un comportamiento lógico de los ciudadanos: votan por partidos grandes que encabezan la coalición. Los partidos chicos de estas coaliciones, si bien les va, logran mantener su voto duro, pero no crecen aún en condiciones de triunfo. Esto ocurre con PT y PMC en alianzas con el PRD.

Hasta el 2012, las coaliciones del PRD se dieron entre las izquierdas. En 2016 se realizaron con el PAN. La diferencia es que en las primeras el PRD participó como el partido fuerte, y en las segundas el PRD participó como partido pequeño.

El problema a resolver son las condiciones de las coaliciones como partido fuerte o como partido débil, es decir, el crecimiento de los pequeños depende de la habilidad en la negociación para distribuir los votos de la coalición.

Los mejores porcentajes de votación del PRD se obtienen en tres elecciones en las que participa con sus propios candidatos: en la Ciudad de México alcanzó el 31.6%, en Tlaxcala obtuvo el 29.9% (en el 2010 la votación del PRD fue del 5%) y en Hidalgo con el 14.4%.

Según los datos disponibles: la izquierda unida reditúa más que la política de alianzas con el PAN. En una hipótesis la eventual coalición PRD, Morena, PMC y PT, hubiera dado triunfo a la izquierda en Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Hoy el escenario electoral rumbo a las elecciones presidenciales sería radicalmente distinto. La suma de los cuatro partidos de izquierda alcanza el 30%. Habría de acuerdo a estos resultados electorales un empate técnico con el PRI y se estaría arriba del PAN.

Aunque rumbo a la elección presidencial hasta hoy el mejor posicionado es AMLO y el partido en crecimiento es Morena. Este escenario configura una potencialidad competitiva de la izquierda.

Sin embargo, los últimos resultados electorales produjeron también un reposicionamiento del PAN. Y se anticipa una fuerte polarización entre el PAN y AMLO (Morena), similar al 2006 entre Felipe Calderón y López Obrador. (Continuará…)

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz.

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