* Un “error” que el gobierno federal gastara 200 mil millones de pesos sólo para beneficiar al 10% de la población del país, que es la que utiliza el automóvil, asegura Mikel Arreola

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— Ante la inconformidad que ha provocado el alza de los precios de la gasolina en el país, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arreola Peñaloza, afirmó que el retiro del subsidio al combustible fue un esfuerzo de disciplina fiscal necesario, porque mantenerlo habría provocado el colapso financiero del sistema de salud.

El funcionario federal, junto con el gobernador Héctor Astudillo Flores, puso en marcha en Acapulco un programa para brindar educación preescolar en las guarderías del IMSS y de ese modo beneficiar a madres trabajadoras.

En entrevista, Arreola Peñaloza afirmó que los servicios de salud están garantizados para la población y que no hay de qué temer, porque “nosotros trabajaremos fuertemente para que los derechohabientes sigan con la atención de calidad”.

Además, destacó que en Guerrero el IMSS hará acciones importantes en beneficio de los derechohabientes como la inversión de 150 millones de pesos en la remodelación de dos unidades medicas en Zihuatanejo y de 50 millones de pesos para la construcción de clínicas para los indígenas del estado.

Externó que el aumento en el precio de la gasolina fue un esfuerzo de disciplina fiscal, porque “el subsidio en el pago de combustible iba a repercutir en un gasto de 200 mil millones de pesos” y los más beneficiados con ello serían “el 10 por ciento de mexicanos que utiliza automóvil”.

Consideró que utilizar recursos públicos y fiscales para subsidiar a una parte pequeña de la población, “creo que es un error”.

El gasto que el gobierno federal hacía para mantener el subsidio al combustible era de 200 mil millones de pesos, cantidad que representa “el 90 por ciento del presupuesto del seguro de enfermedades y maternidad del IMSS”.

Si el presidente Enrique Peña Nieto decidiera seguir pagando ese subsidio, “hubiera implicado que nos quedáramos más o menos 120 días sin prestar ningún servicio médico” en el Seguro Social.

“Hubiera implicado que no pudiéramos comprar en cinco años ninguna medicina, ningún material de curación, se hubiera colapsado el sistema de salud si el presidente hubiera tomado la decisión de seguir subsidiando la gasolina”, señaló.

Por otro lado, sobre los actos de violencia contra personal médico en Guerrero, como el caso de la doctora asesinada en Zihuatanejo, el director general del IMSS dijo que se les da seguimiento.

“El delegado ha estado muy cerca del gobierno del estado para esclarecer los hechos. Yo lo que quiero transmitirle al personal del IMSS es que hemos estado muy atentos, para protegerlos, para apoyarlos y para que este tipo de cosas no se repitan”, indicó.

Aseguró que “el instituto va a estar detrás de su personal y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias con la ayuda de la Procuraduría”.

Arreola Peñaloza manifestó, por otro lado, que la ruta para este año es positiva, ya que después de que el gobierno de Peña Nieto recibió un IMSS quebrado y con reservas agotadas, pero en el 2016 redujo en un 80 por ciento su déficit financiero.

“Hay viabilidad del IMSS en lo financiero, estamos ampliando la infraestructura y de aquí al 2018 estaremos construyendo 12 hospitales y 40 unidades médicas familiares, de las cuales dos son para Guerrero”, finalizó.