* Grupos de civiles armados dan plazo de 72 horas a las autoridades para que resuelvan el conflicto generado por la designación del comisario de esa población, “o podría haber muertos”

 

Alondra García 

 

El Cabildo de Chilpancingo tiene un plazo de 72 horas para resolver el conflicto en la comunidad de El Ocotito, donde dos grupos se disputan la comisaría municipal, con el respaldo de hombres armados, los cuales advirtieron que “podría haber muertos” si el problema no se resuelve en el corto plazo.

Ayer a las seis de la tarde, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, integrantes del Cabildo, representantes del gobierno estatal y de la Comisión de Derechos Humanos, acudieron a las instalaciones del Parque Industrial ubicado en dicha comunidad para reunirse con la dirigencia del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y con el grupo de 42 consejeros legalmente electos por la ciudadanía en los comicios recientes.

Sin embargo, el FUSDEG que encabeza Salvador Alanís no llegó a la reunión, la cual se desarrolló inicialmente sólo con los 42 consejeros.

 

Los antecedentes

 

En julio de este año comenzó un conflicto en El Ocotito porque el FUSDEG se negaba a reconocer a Audifret Benítez Visoso como comisario legalmente electo y pretendía imponer a una persona afín a su grupo armado.

Tras varios días de negociación, el 9 de julio el gobierno municipal logró un acuerdo político con el FUSDEG y los pobladores: Audifret Benítez Visoso tomaría protesta como comisario y Román Vadillo Abarca, del FUSDEG, sería su suplente.

Sin embargo, Benítez Visoso sólo ocupó la comisaría por dos meses debido a las amenazas de muerte y a un secuestro que sufrió por parte del FUSDEG.

El comisario grabó un video con su celular en el que contó los detalles de su secuestro y las amenazas de muerte que recibió contra él y su familia.

Asimismo dejó testimonio por escrito en un documento firmado el 20 de septiembre de 2016 (del que este medio tiene copia) y en una denuncia que presentó ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Por su seguridad, Benítez Visoso decidió por dejar el cargo de comisario.

Ante este escenario, los 42 consejeros convocaron a una asamblea popular en la que el ciudadano Gil Ramírez Cortés fue nombrado comisario interino con 800 votos.

De manera paralela, el Cabildo capitalino votó por unanimidad darle posesión a Román Vadillo Abarca, del FUSDEG, como comisario municipal.

En la reunión sostenida el día de ayer, los 42 consejeros entregaron a las autoridades un documento en el que desconocen a Vadillo Abarca como comisario y ratifican su respaldo a Gil Ramírez Cortés.

Explicaron que no reconocerían a Vadillo Abarca porque el FUSDEG utilizó las armas para imponerlo, aún sin contar con el respaldo y reconocimiento del pueblo.

“Atiendan este conflicto señores del Cabildo. No entendemos por qué no han resuelto este problema. Cuando el gobierno municipal reaccione quizás sea demasiado tarde. Estamos pendiendo de un hilo, el comisario Audifret se fue por presiones del FUSDEG”, demandó uno de los consejeros.

“¿Qué esperan?, aquí puede haber varios muertos. Nosotros hemos guardado prudencia porque amamos la vida, pero ahí en el FUSDEG está la maña”, advirtió otro consejero.

Señalaron que, debido a los conflictos internos del FUSDEG y al control que ejercen sobre la ciudadanía por la vía de las armas, 16 vecinos de El Ocotito han sido asesinados.

“¡Ya no queremos más muertos!”, les gritó a los ediles una mujer durante la reunión.

“Hemos sido tolerantes, no hemos caído en las provocaciones del FUSDEG, pero ya no podemos aguantar más. Tenemos miedo hasta de salir a la calle porque nos amenazan con sus armas. Estamos peor que nunca y por eso estamos dispuestos a morir con tal de que ese grupo armado no gane más poder”, advirtió otro consejero.

Tras varias horas de negociación, los dirigentes y policías comunitarios del FUSDEG llegaron a la reunión.

A diferencia del grupo de 42 consejeros, los integrantes del FUSDEG llegaron armados y se apostaron afuera de las oficinas en las que se desarrollaba la negociación.

Debido a esta situación, un vehículo con varios elementos armados del Grupo Especial Operativo Municipal (GEOM) tuvieron que acudir al lugar.

A pesar de lo tenso de la situación, la reunión se desarrolló y concluyó de manera pacífica.

A propuesta de los consejeros y de la dirigencia del FUSDEG, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena aceptó el plazo de 72 horas para resolver el conflicto.

“Tomamos el plazo que ustedes me proponen, para visualizar la estrategia que debemos de tener con el gobierno del estado, inclusive con el gobierno federal, para que las cosas no lleguen a mayores. Tenemos también que revisar una política de distensión social, eso es importante para que podamos caminar”, expresó Leyva Mena al final de la reunión.

“Lo que no queremos es que haya violencia, lo que no queremos es que haya defunciones, lo que queremos es que se respete la ley y que también haya un acuerdo político para que todos podamos caminar”, agregó.

Leyva Mena informó que este día el Cabildo sesionará de manera extraordinaria, con la presencia de representantes de los gobiernos estatal y federal, para determinar qué hacer con la designación del comisario de El Ocotito.

Incluso manejaron la posibilidad de designar a una tercera persona, de tal manera que no genere conflicto con ninguno de los dos grupos antagónicos.

“Pero que sean 72 horas. ¡No más! Porque aquí hay el riesgo de que haya muertos”, advirtió una anciana mientras los funcionarios abandonaban el lugar.