Ana Lilia Torres

 

ACAPULCO.— El periodista mexicano Ricardo Rocha afirmó que presentar en televisión el video de la masacre de 17 campesinos, ocurrida el 28 de junio de 1995, en el vado de Aguas Blancas, en el municipio de Coyuca de Benítez, fue un acto de responsabilidad que le trajo consecuencias.

Durante una conferencia magistral que brindó en Acapulco, el conductor del programa ‘Detrás de la Noticia’ habló del papel que juegan los medios de comunicación frente al escenario de violencia y señaló que difiere con quienes opinan que deben omitir las notas sangrientas para no perjudicar la imagen de una ciudad o el país.

Dijo que no por “el hecho de que nosotros como medios dejáramos de informar lo que está ocurriendo, tratándose de crímenes, etcétera, con esto contribuyamos a mejorar la imagen del país”.

“Creo que hay un incremento notable en los índices de violencia en los años recientes en México y eso ha hecho saltar las notas de las secciones policiacas a la primera plana”, indicó.

Rocha dijo que no es culpa de los medios que resalten las notas de violencia, porque sería como en tiempos feudales que les cortaban la cabeza a mensajeros que llevaban malas noticias.

“Que extraigan cuerpos de fosas clandestinas es el horror del horror, esto no podemos dejar de decirlo”, señaló, y dijo que en todo caso los gobernantes tienen que dar buenas noticias que ellos quieren que se difundan.

Por otro lado, el periodista narró su experiencia cuando trasmitió el video de la masacre de Aguas Blancas, en el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer en su programa ‘Detrás de la Noticia’, el cual “en su momento no supe quién me los hizo llegar, lo supe después, en ese momento sólo eran tres medios que proseguían el caso”.

“En un par de ocasiones me vine a reunir con gente (del caso Aguas Blancas) para decirle que estábamos dispuestos a contrarrestar la versión oficial, porque había algo que no cuadraba de lo que estaba pasando”, dijo.

Recordó que tras obtener el video, se analizó y el mismo Alejandro Burillo Azcárraga (alto ejecutivo de Televisa) autorizó la publicación, “y qué bueno, porque un dato como eso que la empresa no hubiera querido que pasara, no me lo hubiera perdonado toda mi vida, fue una forma de haber cumplido con una responsabilidad”, aunque aseguró que tanto la televisora como él después tuvieron consecuencias.