Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Aviaduría práctica nociva que es combatida

 

De acuerdo a lo que manifiesta el diccionario, aviador es una persona que tripula un aparto de aviación, trátese de un aeroplano o un helicóptero. En el medio de la burocracia se le ha puesto tal nombre, a una persona que solo llega a cobrar sin desquitar el salario.

En la actualidad tanto en el gobierno del estado, como en el ayuntamiento de Chilpancingo, sus titulares han ordenado una revisión estricta de nóminas, en virtud que en ambos lugares se han detectado a cientos de personas, que de manera quincenal llegan a sus tesorerías a cobrar por un trabajo que no desempeñan.

El secretario de Finanzas del gobierno estatal, Héctor Apreza Patrón, reveló a algunos medios de comunicación que la dependencia que jefatura, al hacer una revisión de sus nóminas, puso en claro que allí causaron baja 200 supuestos burócratas, quienes cada 15 días lo único que hacían era presentarse a cobrar, sin que desempeñaran alguna labor por la cual se les pagaba. En realidad se trataba de aviadores porque no estaban adscritos a ninguna oficina.

Una cosa igual sucedía en el ayuntamiento capitalino, en donde el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, ordenó dar de baja a 150 aviadores, quienes de manera conjunta se llevaban de las arcas municipales 700 mil pesos quincenalmente, dinero que en lo sucesivo podrá aplicarse al ramo de servicios públicos, los que están urgidos de una mayor cantidad de dinero, para poder cumplir satisfactoriamente las tareas que deben desempeñar.

Es deseable que lo que se acaba de hacer continúe, porque seguramente en muchas dependencias hay aviadores, quienes por contar con amigos en el aparato oficial, solo lo sangran cual murciélagos.