El aumento de la violencia y extorsiones al sector comercial en Guerrero ha traído como consecuencia que empresarios y ciudadanos estén pasando “del temor a la rebeldía”, por la falta de resultados de las autoridades para combatir al crimen organizado, manifestó Adrián Alarcón Ríos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo.

Dijo que los crímenes han alcanzado afectaciones “graves”, que no sólo han aumentado la informalidad en la entidad debido a la falta de recursos para pagar al gobierno y al narco, sino que también provocan una desesperación social que está alcanzando nuevos límites.

Manifestó su desacuerdo en pactar con el crimen organizado como lo dijo en declaraciones la presidenta de la Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera de Acapulco, Laura Caballero Rodríguez, quien propuso recibir propuestas para abrir un dialogo con los 50 líderes de la delincuencia organizada que hay en el estado.

“No estamos de acuerdo en tener que pactar con el crimen organizado, estamos haciendo un llamado a la Federación para que se encargue del tema de seguridad, la gente se está desesperando”.

Manifestó que no solo la delincuencia tiene capacidad de organización, también los hombres buenos y honestos, por lo que explico que los empresarios se siguen armando de forma clandestina.

Sentenció que si la autoridad no los defiende, ellos buscarán la manera de defender a sus familias; advirtió que esta situación se agudiza tanto en Chilpancingo como en Acapulco.

Sobre el cierre de las marisquerías “Los Buzos”, el empresario calificó como “una vergüenza” las declaraciones del fiscal, Xavier Olea Peláez, quien dijo que ni los dueños de las marisquerías “Los Buzos”, ni ningún comerciante, se habían acercado a la Fiscalía a pedir ayuda.

Dijo que la raíz del problema es la omisión y complicidad de las autoridades, y aseguró que existen ejemplos de que el problema se puede erradicar cuando existe voluntad.

Por último lamentó que la inversión privada no exista, motivo por el que empresas realizan despidos y pasen a la informalidad para lograr pagar cuota a la delincuencia organizada. (ANG)