Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Recrudece la violencia; no existen signos de disminución

 

Aun cuando el gobierno ha puesto todo su interés por abatir la inseguridad, la cual parece un mal para el que no hay curación, los hechos delictivos van escandalosamente a la alza. Para estudiosos de los problemas sociales, esto es consecuencia de la siembra y cosecha de drogas, las que han logrado atrapar a una considerable parte de la población, la que ahora se dedica a tareas ilícitas a falta de un trabajo, que le ayude a mantener con decoro sus hogares.

Ante lo que ocurre en diversas regiones de la entidad, el gobernador Héctor Astudillo Flores declaró en Acapulco, que la administración que encabeza está realizando sus mayores esfuerzos, para acabar con el clima de tensión que se está viviendo, para recobrar la paz anhelada por la población.

Desde semanas atrás se viene hablando de manera continua, de la creación de un mando único policíaco, a fin de combatir a las pandillas de malhechores; por desgracia lo que se viene diciendo solo son palabras, sin que se concreten en hechos.

La pasada noche del viernes un grupo de hombres fuertemente armados, llegaron al pueblo de Xochipala, municipio de Eduardo Neri, en donde por la fuerza secuestraron a miembros de tres familias, cuyo paradero continúa siendo un misterio; para completar la jornada, a punta de balazos derrumbaron una modesta construcción. Sin que nadie se atreviera a enfrentarlos, los agresores quemaron además algunas modestas viviendas, retirándose sin el menor contratiempo.

Mientras las autoridades policíacos, pasen de los dichos a los hechos, podrían frenarse sucesos como éste; de no ser así se continuará viviendo entre la zozobra y el temor.