CETEG: sacarle jugo a la coyuntura

 

Noé Mondragón

 

Para el gobierno federal representa un reto. Para el gobierno estatal, la continuación de las mismas inercias. Porque a más de cien días de gobierno, los plantones de cetegistas ubicados tanto en el centro de la capital, como en la avenida Ruffo Figueroa, parecen inamovibles. Lo cual significa una sola cosa: más que a la negociación, el actual gobierno estatal tricolor le apuesta al desgaste de ese movimiento. Como si esa fuera la fórmula eficaz para destrabar dicho conflicto. Y el gobierno de Peña Nieto aparece maniatado ante un magisterio disidente que también se va por la vía del paso del tiempo como arma para desgastar al personaje que pretende imponerles la Reforma Educativa. Y que ya comenzó a operar con los descuentos para aquellos docentes que no se sometieron a la evaluación. De ahí se abren las lecturas.

LA NEGACIÓN DE LA NEGOCIACIÓN.- Hasta hoy, el gobierno de Héctor Astudillo, no ha podido ni ha querido, sentarse a negociar con el magisterio disidente. La explicación es una sola: está obligado a ubicarse en la misma sintonía con las políticas educativas delineadas desde la federación. Y mientras, la ciudadanía padece las consecuencias de esa polarización de fuerzas. Esa ausencia de negociación se lee desde distintas perspectivas: 1.- El gobierno estatal se ha quejado recurrentemente, en el sentido de que la anterior administración estatal la dejó sin dinero. Ir a la negociación con la Ceteg implica en consecuencia, no solo cederles ciertas prebendas en el terreno educativo, sino ciertas cantidades de dinero a sus líderes. A eso los han acostumbrado los distintos gobiernos estatales. Y esta no será la excepción. Por eso se entiende que los cetegistas han radicalizado su protesta. Teniendo como escudo la irritación ciudadana. 2.- Para este lunes y martes, la Ceteg disidente dirigida por Ramos Reyes Guerrero, anunció un paro de labores convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Pero no se conformaron con eso y fueron por otro día. Así, también pararán el 24 de febrero no para celebrar el Día de la Bandera, sino para exigir el esclarecimiento de la muerte del docente Claudio Castillo Peña, a un año de su deceso durante el desalojo en el Boulevard de las Naciones, en Acapulco. ¿Podrá esta vez el secretario de Educación, José Luis González de la Vega Otero, operar los descuentos contra un magisterio negado deliberadamente a ir a las aulas? ¿Entrarán esos descuentos en una eventual negociación con el gobierno estatal, como ya lo dejaron entrever los cetegistas? ¿O nuevamente el secretario de Educación será chamaqueado? 3.- El gobierno de Peña Nieto es en estos momentos, demasiado vulnerable. Por el millonario recorte presupuestal anunciado. El cual le pegará con mucha fuerza no solo al sector empresarial y a la creación de empleos, sino también al Educativo. Y por otro lado, está la caída inevitable del peso ante el dólar. En política existe un adagio al respecto: presidente que devalúa, se devalúa. La aceptación social de Peña Nieto, está muy por debajo de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Por ese resquicio podría colarse el magisterio disidente para abortar la puesta en marcha de la Reforma Educativa en Guerrero. A dicho escenario se suma que el gobierno estatal no puede con la violencia ni la inseguridad. Para beneplácito de los cetegistas que esperan la coyuntura favorable para presionar.

HOJEADAS DE PÁGINAS…La guerra de lodo que traen tanto el partido Movimiento Ciudadano (MC) del ex edil de Acapulco, Luis Walton Aburto, con el actual edil perredista de ese puerto, Evodio Velázquez Aguirre, se torna encarnizada. Y en el fuego cruzado apareció inevitable, el gobernador Héctor Astudillo. Por el pago de favores políticos operado para el MC, durante la pasada elección de gobernador.