Redacción

 

En total sigilo, sin informar nada al respecto de manera oficial, durante varios días de la semana pasada peritos forenses de la Procuraduría General de la República exhumaron al menos 22 cuerpos que estaban en una fosa clandestina en Chichihualco, cabecera de Leonardo Bravo.

Desde la semana pasada pobladores de ese lugar, enclavado en la sierra de Guerrero, observaron el desplazamiento de elementos de las fuerzas federales y especularon que se debía a que habrían descubierto una fosa clandestina con entre 20 y 30 cuerpos sin vida en su interior, pero ninguna autoridad informó al respecto, por lo que el asunto quedó sólo como un rumor.

Sin embargo, este lunes Isabel Rosales, integrante del Comité de Familiares y Amigos de secuestrados, desaparecidos y asesinados en Guerrero, confirmó que la PGR estaría haciendo pruebas de genética a 22 cadáveres que fueron exhumados en Chichihualco la semana pasada.
La PGR trabajó de manera sigilosa excavando y exhumando los 22 cadáveres localizados en una fosa clandestina, los cuales los trasladaron al laboratorio de la Procuraduría en la ciudad de México para hacerles las pruebas genéticas, dijo a Rosales a la reportera Natividad Ambrocio en Iguala, en entrevista telefónica.
Agregó que la PGR citó algunos integrantes del Comité de Familiares Desaparecidos y Asesinados de Guerrero, de manera individual, a fin de darle seguimiento a sus denuncias.

Rosales dijo que la “PGR quiere atender de manera individual y no grupal los casos de las desapariciones, pero nosotros como grupos nos mantendremos juntos para que nos den una respuesta de donde están nuestros familiares desaparecidos”, precisó.

Explicó que los 45 familiares de personas desaparecidas presentaron su denuncia ante la Fiscalía General del Estado y quienes también les tomaron muestras de ADN, pero que el personal de la fiscalía les informó que después del caso Ayotzinapa, muchas pruebas genéticas estaban extraviadas.
Por ello, los integrantes del Comité solicitaron a la PGR, que les tomara las muestras de ADN para que los 22 cuerpos exhumados y los otros más rescatados en los semefos y fosas comunes, se ingresen al banco de ADN de la Procuraduría General para que haya coincidencias genéticas y puedan darle una cristiana sepultura.
Dijo que el comité está integrado por 45 familias que buscan a personas desaparecidas desde el 2007, y que son de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Costa Grande, Chilapa, entre otros lugares.
“Las desapariciones se han registrado desde hace muchos años en el estado de Guerrero, donde muchas de ellas, se dieron con grupos de 5 y 6 personas como lo ocurrido en Iguala en el 2010 cuando desaparecieron unos jóvenes y en las que estuvo involucrado el Ejército Mexicano, como en otros casos”.
Isabel Rosales dijo que esta semana continuarán trabajando los peritos y forenses de PGR en la fosa clandestina de Chichihualco y también sostendrán una reunión con PGR.