Felipe Victoria Zepeda

 

¿Sentar precedente contra latrocinios políticos?

 

Me cuentan buenos cuates Contadores Públicos de la práctica tan común en las tienditas de abarrotes de grandes cadenas muy popularizadas, que “el coco” de quienes jefaturan turno son las llamadas “hojas de arrastre”.

En ellas se rinden cuentas de las ventas cotidianas, de las existencias aproximadas de mercancías y del efectivo manejado, pero por angas o por mangas  siempre resultan algunos faltantes que no hacen reponer de inmediato ni descuentan al responsable; haga de cuenta que hacen la valona de “aguantarla” y ahí se la van llevando, con el arrastre de la anomalía contable que procuran mantener en el mismo rango, pues si se salta y agranda propicia una casi inmediata auditoría y el chocoso inventario.

Las empresas tienen fríamente calculadas sus “perdidas de mostrador”, nunca faltan raterías de la clientela con las que aprenden a coexistir, pero lo que no perdonan es cuando personal contratado urde auto robos hormiga.

Eso es un minúsculo ejemplo en algo parecido, toda proporción guardada, con las finanzas enormes de los estados de la Federación.

Los gobernadores cuando asumen el mando siempre reciben estados financieros en rojo y por angas o mangas  dejan las cosas en paz contra el antecesor, sobre todo si son correligionarios de partido. Esperan que transcurra el término legal para fincar responsabilidades y le apuestan al olvido, no emprenden “cacerías de brujas” a sabiendas de que si ellos tuvieron que recibir con faltantes habrán de repetir la situación, pero inclusive aumentada.

Así es como el endeudamiento y quiebra de las entidades se convierten en pesadilla para la Federación, que a querer o no tienen que aflojar recursos extraordinarios para que saquen el buey de la barranca o adelantar presupuestos desde Hacienda, donde Luis Videgaray Caso no le tiene mala voluntad a nadie pero si cuenta con su “Inteligencia Financiera”, cuando se proponen demostrar las pillerías de funcionarios y encontrar los caudales perdidos.

De que se lo proponen bien que encuentran donde escondieron dinero triangulado o guardadito con testaferros, parientes, fundaciones y queridas los mandatarios trácalas; dan con cuanta propiedad hayan adquirido o cuentas en bancos extranjeros y husmean a profundidad hasta en sus gastos más íntimos e inversiones.

Sin echarle candela, recordemos al químico Andrés Granier en Tabasco y su colección de camisas, trajes y zapatos, a Humberto Moreira el de Coahuila y a dos que tres ex gobernadores de Tamaulipas como Lerma Candelaria y Yarrington, o a Parrés que ya lo traen en la mira y otro de Aguascalientes y al ex de Nuevo León creo.

Brinca entonces la pregunta de si alguna vez algún gobernante de Guerrero ha sido investigado a fondo en los faltantes con que aceptó recibir el estado y con el que después lo entregó… parece que no.

Cuando en el 2011 Ángel Heladio Aguirre Rivero quiso romper la norma contra su antecesor Carlos Zeferino Torreblanca Galindo se le armó la de “Dios es Cristo” y el jalisciense de origen le declaró en serio la guerra. Al final bien se vio quien la ganó.

A la semana de la declaración de hostilidades Torreblanca VS Aguirre ocurrió el nefasto incidente con los dos vandalitos de la escuela normal rural de Ayotzinapa, abatidos en la gasolinera de Chilpancingo y chiquita no se la acababa Ángel Heladio durante todo el resto del periodo sexenal de Felipe Calderón Hinojosa, pero se atravesó poniendo el pecho el Procurador López Rosas para desviar el fuego enfrentando amañados procesos judiciales que  ganó al final.

Más claro que el agua para quienes tienen nociones de aritmética elemental… el gobernador interino Rogelio Salvador Ortega Martínez rompió el silencio ante el Senado denunciando un faltante de 13 mil millones de pesos, dijo querer tirar la toalla pidiendo que Héctor Astudillo asumiera antes de tiempo; un caprichito imposible jurídicamente y  tuvo que permanecer a regañadientes “lidiando con el toro” hasta  terminar el periodo el 26 de octubre pasado

Pero fue resultando que Astudillo se topó en la “hoja de arrastre” con que el faltante ya no era de 13 mil  millones sino de 18 mil 500 más, ¿en tan poquitas semanas?

Hace unos días Héctor Apreza Patrón, flamante Secretario de Finanzas y Administración del Gobierno de Guerrero estremeció a la opinión pública con la radiografía de la quiebra financiera del estado hablando de por ahí de unos 30 mil millones… ¡ufff!

Ni modo de empeñar el estado porque nadie se animaría por la grave situación en que se encuentra, atrapado entre la guerrilla y el narco y con altos índices de inseguridad pública.

¿Por dónde comenzar entonces?

Quizá sea necesario que Héctor Astudillo Flores se atreva a hacer lo que nadie antes: indagar en serio, auditar y denunciar formalmente -si procede- a su antecesor Rogelio Salvador Ortega Martínez, por lo menos… no le hace que lo amenacen con ponerle en huelga a los alumnos de la UAGro, aquí peor ya no podemos estar.

Por supuesto que necesitarían coordinarse con la PGR e Inteligencia Financiera de Hacienda.