Instituto Literario del Estado
Por Chanssonier
Enterado que en el estado de Guerrero, se carecía de escuelas de nivel superior, el recién elegido gobernador general Francisco O. Arce, fundó en la ciudad de Tixtla, entonces capital estatal, el Instituto Literario del Estado, a semejanza al que desde tiempo atrás funcionaba en Toluca, al que había asistido el maestro Ignacio M. Altamirano. Arce se hizo cargo del poder substituyendo al general Diego Álvarez Benítez, aconteciendo esto el 25 de mayo de 1869. Para acabar con diferencias tenidas con el gobernador, con el cacique regional general Vicente Jiménez Bello, se dio este cambio.
A poco de tomar posesión de su alta investidura, el 21 de noviembre de 1869, Arce fundó el Instituto Literario del Estado, el que fue rechazado por los tixtlecos de muchas formas. Lo que originó un cambio de sede, la que llevó aparejada el también el cambio de poderes públicos. A partir de 1870 Tixtla dejó de ser capital, trasladándose a esta ciudad, que desde entonces aquí residen.
Junto con el alumnado también hizo su arribo a esta población, el licenciado Francisco Granados Maldonado, que era director del plantel, alquilando para el caso una amplia propiedad, la cual estaba en la esquina que forman ahora las calles llamadas Abasolo e Hidalgo, de la que era propiedad la familia Martínez. Del Instituto Egresaron excelentes y competentes licenciados en derecho, así como profesores de enseñanza elemental. El Instituto Literario cerró sus puertas al término del siglo XIX, por carecerse de dinero para continuar abierto. La alameda lleva el nombre de Granados Maldonado, en memoria del primer director del plantel, el cual era guatemalteco de nacimiento.
Fue a principio del gobierno del general Rafael Catalán Calvo (1941-54), cuando empezó a construirse el edificio del que sería Colegio del Estado, frente a la alameda, en un predio del que había sido propietario el coronel Enrique R. Martínez, ex gobernador de la entidad, el que inauguraron de manera conjunta el secretario de Economía Nacional, en el gabinete del presidente Manuel Ávila Camacho, y el gobernador general Baltasar R. Leyva Mancilla, al anochecer del 21 de noviembre de 1946.
El edificio quedó gravemente dañado, por el temblor sucedido el 28 de julio de 1957, teniendo que ser demolido parte de él, cuyos daños no tuvieron reparación. En 1961 luego de una huelga que cobró la vida de una docena de personas, el Colegio del Estado se convirtió en Universidad Autónoma de Guerrero.
Planta hidroeléctrica
También el 21 de noviembre de 1946 los mismos personajes, se encargaron de conectar el switch colocado en el pórtico del Colegio del Estado, poniendo en servicio la planta hidroeléctrica de Colotlipa, única en su género hasta entonces en la entidad.
La planta se construyó sobre el río Azul, ofreciendo sus servicios a la región centro de la entidad. En los arranques de los trabajos estuvieron presentes el presidente Lázaro Cárdenas, el director de la recién creada Comisión Federal de Electricidad (CFE), ingeniero Carlos Ramírez Ulloa y el gobernador general Alberto F. Berber.
Hasta entonces de levantarse la hidroeléctrica, los pueblos vivían noches obscuras; solamente la ciudad de Chilapa y Tixtla tenían alumbrado eléctrico, la que les proporcionaban pequeñas plantas particulares. En la actualidad la de Colotlipa está prácticamente en desuso, utilizándola solo en casos de emergencia.