Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Hechos de sangre ahogan la entidad; nadie logra frenarlos
Los sangrientos sucesos ocurridos en los últimos días, hacen mirar a la entidad desprotegida, en tanto los delincuentes continúan realizando sus fechorías, sin que las diversas policías destinadas a su combate, lleven a cabo el papel que les toca desempeñar, para devolverle a la población la paz y tranquilidad a la que tiene derecho.
En un lapso no mayor de 24 horas se registraron 23 muertes violentas, sin que las autoridades hayan logrado detener a ninguno de los malhechores. El caso más impactante que por lo mismo ha preocupado más, es el ocurrido en Cuajinicuilapa, cabecera del municipio del mismo nombre, perteneciente a la Costa Chica. Mientras un elevado número de vecinos, miraban emocionados peleas de gallos en un palenque improvisado, un indeterminado número de hombres armados penetró en el local, disparando a diestra y siniestra, ocasionales la muerte a 12 espectadores, así como resultando algunos más heridas, para enseguida huir del lugar de la masacre.
En otro suceso sangriento ocurrido en el poblado de Ahuihuyuco, municipio de Chilapa, fueron alevosamente asesinados 5 miembros de una familia indígena, entre ellos dos menores de edad. También hechos de sangre ocurrieron de Zitlala y Huitzuco; en ninguno de los casos se logró la aprehensión de sus autores.
Mientras los diferentes cuerpos policíacos, no trabajen de manera coordinada hechos como los ocurridos, se continuarán mirando desgraciadamente. Desde hace algún tiempo se ha venido hablando de un mando único policial, lo cual no ha ocurrido hasta ahora. En el discurso las autoridades prometen el oro y el moro para abatir la delincuencia, lo que no se refleja en la práctica, porque el delito va a la alza.