Advirtió Astudillo que va a dialogar con todos, pero nunca a negociar la ley.— Completo el gabinete de gobierno, los secretarios revisan y reorganizan su sector
Enrique Vargas
Hace un par de días los obispos del estado plantearon que en busca de pacificar y poner orden en el estado debe dialogarse con todo mundo e incluso, que si es necesario debe extenderse ese diálogo a los grupos delincuenciales que provocan la inseguridad y la violencia en el estado.
Sin embargo, el gobernador Héctor Astudillo dejó en claro que no está “en la ruta de sentarme a platicar o negociar con nadie que esté fuera de la ley; puedo hablar con mucha gente, pero no voy a negociar la ley”.
Deja establecido con claridad y firmeza, que no hay posibilidad alguna de que se pueda sentar a dialogar con quienes encabezan los grupos delincuenciales que operan en el estado y que han provocado una ola de muertes y otros delitos, por la lucha que sostienen entre ellos, en su intención de controlar la plaza de Guerrero, como ellos lo entienden.
No hay titubeo ni duda en la actitud del jefe del Ejecutivo estatal, porque realmente sería absurdo y hasta grotesco que el mandatario se sentara a conversar y buscar soluciones con los jefes de los grupos violentos que operan fuera de la ley.
Sería un poco como el caso del hijo del ex gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, quien tranquilamente se reunía con “la Tuta”, uno de los delincuentes más buscados, a conversar, tomar unas cervezas y posiblemente hasta plantear la posibilidad de los negocios que podrían hacer entre ellos.
El gobernador HAF tiene bien definida su posición en ese asunto, porque no es posible que se abra una mesa de negociaciones con los delincuentes, porque con ellos lo único que procede es la aplicación de la ley.
Los jerarcas religiosos que encabeza el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, ven el panorama del estado como el de sus fieles creyentes y es posible que ahí incluyan a los delincuentes, pero aun así, también la ley divina habla de castigar y sancionar a los pecadores, aunque es una situación muy distinta a la que representa un gobierno laico y republicano, al que le corresponde aplicar la ley sin distingos ni preferencias de ningún tipo.
La iglesia puede darles el perdón y la absolución a los delincuentes que se arrepientan, pero las instituciones de gobierno están obligadas a aplicar la ley y más en cuestiones tan graves como la que representa la delincuencia organizada que opera en el estado y que es culpable de tantas y tantas muertes.
Sólo cabe enfrentarlos y llevarlos ante la justicia para que paguen los delitos cometidos, que en este caso son muy graves.
Astudillo Flores tiene muy clara esta situación, sin dudas ni titubeos, por lo que advirtió que no cabe ningún diálogo ni negociación con los delincuentes, porque lo que procede es la aplicación de la ley, que es el compromiso que todo gobierno contrae al asumir los cargos de responsabilidad pública.
COMPLETO EL GABINETE DE GOBIERNO, LOS SECRETARIOS REVISAN Y REORGANIZAN SU SECTOR.— Prácticamente ya quedó integrado el gabinete de gobierno que habrá de acompañar al titular del Ejecutivo estatal, Hécto Astudillo Flores, que ahora están dedicados a recibir, revisar y empezar a ver los caminos para hacer las correcciones o los cambios necesarios, para que pronto puedan empezar a funcionar y entregar los primeros resultados de la nueva gestión.
Hay tres dependencias que son fundamentales para que el gobierno pueda arrancar las acciones encaminadas a mejorar la situación que recibieron, para que la ciudadanía vea los primeros avances en lo que es importante para la sociedad.
Las principales dependencias son la Secretaría General de Gobierno, la Secretaría de Educación Guerrero y la Secretaría de Salud, que son las que cubren las áreas básicas, para lo que requieren el apoyo de la Secretaría de Finanzas y la de Seguridad Pública.
En la de Gobierno, Florencio Salazar Adame, es garantía de eficiencia y capacidad política, por la experiencia y preparación que tiene en su acervo personal; de él depende la de Seguridad Pública, a cargo de Pedro Almazán Cervantes, y juntos pueden dar muy buenos resultados.
En Educación, el titular José Luis González de la Vega tiene también experiencia y el antecedente específico de que ya sabe tratar a los grupos conflictivos como la Ceteg, que debe verse en el espejo de Oaxaca y Michoacán, porque ya existe la intención de poner orden en ese sector. Lo acompaña un buen administrador, Ernesto Sandoval Cervantes, maestro y conocedor del sistema y gente cercana al gobernador.
El sector educativo más imporante es la Subsecretaría de Educación Básica, donde ya opera el profesor Emiliano Díaz Román, un maestro normalista que conoce de origen ese sector, porque además fue representante sindical estatal y diputado local. Es el mejor nombramiento que se ha hecho en esa área, porque ya no es la gente que llegaba a hacer negocios y a colocar a su camarilla, como ocurrió recientemente.
La Secretaría de Salud está igualmente muy bien representada por el doctor Carlos de la Peña Pintos, un experto y un apasionado de la atención a la gente más necesitada y ahí sus mejores colaboradores son el subsecretario de Administración y Finanzas, Juan Manuel Santamaría Ramírez, profesional que recibe una gran oportunidad por su capacidad y conocimientos, lo mismo que el doctor Herón Delgado Castañeda, buen conocedor del sistema.
Claro todo el equipo se mueve con el respaldo de la Secretaría de Administración y Finanzas, donde ya despacha Héctor Apreza Patrón, un personaje de alta calidad humana y conocedor a fondo del área, por lo que es garantía de una buena coordinación con las dependencias señaladas, que llevan la carga principal del quehacer gubernamental. Lo acompaña Tulio Pérez Calvo en la principal Subsecretaría, de modo que entre los dos integran una mancuerna que se dintingue por su capacidad y eficiencia.
Todos ellos se caracterizan, además, porque en su desempeño público de muchos años han mostrado siempre que saben trabajar para respaldar al gobernador del estado y que lo hacen, además, con plena honestidad y honradez, dos características que demanda HAF como fundamentales.
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