Temas Cotidianos

Astudillo es preciso

 

Félix J. López Romero

 

A escasas dos semanas que Héctor Astudillo Flores, tome posesión como gobernador de la entidad, en substitución de Rogelio Ortega Martínez por término de mandato, aquél manifestó tajante no realizará una cacería de brujas, como tampoco habrá impunidad para quienes abusaron de la responsabilidad que tenían a su cargo. Esta declaración la formuló a una radiodifusora local, la cual lo entrevistó a escasos días que asuma el poder.

Sereno y juicioso como siempre se le ha conocido, el futuro mandatario estatal aceptó que asumirá su alta responsabilidad, en momentos críticos que vive la sociedad, por una violencia que parece nadie puede frenar; además el propio gobierno atraviesa una crisis financiera, a la que deberá enfrentar desde el principio de su administración, teniendo que recurrir al federal para hacer frente a la situación que se le presentará, desde el primer día de su mandato.

Aun cuando en el medio político, se han deslizado nombres de quienes posiblemente sean sus colaboradores cercanos, lo deseable es que lo acompañen gentes de experiencia en el sector público, que por lo mismo le garantizarían un buen desempeño.

Trascendió que gentes del gobernador que viene, con las del mandatario que se va, se han reunido en varias ocasiones para la entrega-recepción de los asuntos públicos.

Ha sido práctica común que quien deja el poder, sea objeto de señalamientos diversos, en tanto el que llega le sobran atributos. Esto ya ha empezado a darse.

 

Evaluar a otros; ellos no

 

Para conocer si sus alumnos han logrado aprender lo que se les ha enseñado, sus maestros periódicamente los someten a exámenes de conocimiento; esto ha sido una práctica común. Para saber su grado de eficiencia, la secretaría de Educación Pública (SEP) dentro de la reforma educativa que ha puesto en marcha, ha convocado al magisterio a tareas de evaluación para conocer su desempeño.

Esto ha ocasionado que docentes que militan en la CNTE, hayan abandonado las aulas desde hace tiempo, para protestar en contra de su evaluación, que no tiene otro fin que preparar lo mejor para lograr un eficaz desempeño.

Sus incontables días de protestas, han originado que la población de esta ciudad vivan días infernales, por las constantes marchas, plantones y actos delictivos, de los que ha dicho la SEP no se continuarán tolerando, imponiendo sanciones que irán desde descuentos salariales, hasta la pérdida de la plaza, de estar renuentes a retornar sus labores de enseñanza.

Si el gobierno determinó castigar a los paristas, los que llevan un año de haber dejado los salones de clase, debe sostener su postura; de no ser así será objeto de burlas de no cumplir su palabra. Con el correr de los días conoceremos el desenlace de la advertencia hecha.

 

Los grandes electores

 

Desde la esfera oficial es frecuente escuchar, que nadie está sobre la ley recibiendo el justo castigo quien lo lleve a cabo. Una cosa es lo que se dice y otra la realidad. En el curso de una reunión llevada a cabo por habitantes de Tixtla, agrupados en una Asamblea Popular Municipal (APM), acordaron impedir la realización de elecciones extraordinarias, instalándose en su lugar un conejo municipal, marginando las tareas que deben llevar a cabo las autoridades electorales.

Se advierte es que Tixtla exige ser un estado dentro de otro; lo pretendido llevar a cabo es una imprudencia, porque forma parte de los 81 ayuntamientos de la entidad. Impedir la elección es un absurdo, porque desean arrogarse facultades de las que carecen.

En el supuesto que lograran su propósito, ¿de dónde sacarían el dinero para el funcionamiento de la municipalidad?. Como en tierra de ciegos el tuerto es rey, los que exigen la instalación del concejo, es porque desconocen la Ley del Municipio Libre y su manejo.

Para el funcionamiento del concejo es el Congreso del Estado, quien debe avalar sus tareas; de no ser así laborará en la clandestinidad.

Pronto habrá relevo en la gubernatura; el nuevo mandatario debe de acabar con las calenturas de un grupo de vivales, que a río revuelto tratan de obtener ganancias personales.

 

Ser pobres su desgracia

 

Yonaida Sánchez Ildefonso es una joven mujer indígena, originaria del pueblo La Soledad, municipio de Malinaltepec, enclavado en la región de la Montaña. Por las condiciones de pobreza en la que vive, sus dos pequeños hijos Erika y Fredy, padecen la enfermedad de la sarna, la cual se les ha extendido en sus pequeños cuerpos.

Tratando de buscarles el alivio, la madre de los menores cuyas edades van de los 6 a los 8 años de edad, se trasladó al hospital comunitario de Tlapa de Comonfort, en donde en lugar de ser atendidos fueron rechazados, dando como motivo pudieran infectar a los pacientes, que allí reciben atención a sus diversos males.

Indigna que en un centro de salud, en donde su tarea específica, es atender enfermos de cualquier mal que les aqueje, hayan rechazado a esta indígena por su condición de tal, así como a los menores que acompañan a su progenitora, para aliviarse del mal que padecen.

Si en lugar de ser pobre e indígena, Yonaida fuera económicamente acomodada, le hubieran llovido atenciones pero como no lo es, solo recibió un trato soez de parte de quienes tienen la obligación de atender, a quien llame a sus puertas sea gente pobre o rica.

Cuánto tienes, cuánto vales; si se hubiera tratado de una persona de buena posición económica, atenciones no le hubieran faltado; como no lo es, solo recibió el desprecio de quienes por obligación, debieron darle la atención merecida.