Alejandro Gómez
Las “Jornadas Alarconianas” de Taxco instituidas en honor al dramaturgo, Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, y sus respectivos presupuestos han venido a menos, debido a la falta de una gran labor de gestión y la inconsciencia de los tres órdenes de gobierno que desconocen la trascendencia del literato para las presentes y futuras generaciones, sostuvo el director de la “Compañía Nacional de Teatro Clásico del Siglo de Oro Fénix Novohispano”, Juan Francisco Hernández Ramos.
“Por ese tipo de situaciones, desconocimiento e inconsciencia, los gobiernos optan por resolver las cosas como sea, como se hace en el país”, apuntó, al reconocer que el legado del escritor homenajeado es enorme no solamente por sus obras literarias sino en su actitud de vida y voluntad para cruzar el mar cuatro veces con todo en contra, con joroba por delante y por detrás, pero con una gran determinación por ser y servir.
En la víspera de la edición XXXVIII del “festival” alarconiano a desarrollarse del 17 al 24 de Mayo en Taxco, Hernández Ramos puntualizó que en esas actividades culturales se debería actuar con firmeza y llevar acabo cada año montajes diferentes respecto a la vida y obra de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, pidiendo el apoyo del estado para invitar a especialistas de España y Estados Unidos (EU) que hablen a profundidad del dramaturgo, pero hace falta una gran labor de gestión.
Planteó invitar a maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM) e instituciones para volver a reeditar las obras del autor de “La Verdad Sospechosa” pero con una visión diferente, además de que en Guerrero existen grandes escritores, pintores y escultores que podrían ser convocados para enfocarse en el rescate de esos trabajos, de quien debería ser el “epicentro” y ejemplo para que las nuevas generaciones valoren su grandeza y audacia heredada.
Mencionó que si bien los trabajos del autor formado con grandes autores latinos representan un género de la comedia, pero su obra humanista y universal es una crítica fuerte y mordaz que sigue vigente y se introduce en el fondo del pensamiento, atendiendo los temas fundamentales del ser humano.
Juan Francisco Hernández Ramos, criticó a los políticos cuya formación deja mucho que desear y con una falta de sensibilidad que los lleva a pensar que las obras del escritor son aburridas e inentendibles y en ese sentido, habló de otros actores políticos “muy ignorantes” pero con gran sensibilidad y entendimiento de la importancia del dramaturgo, “de haber sido aburrido, entonces no lo hubiesen copiado grandes personalidades del mundo literario”.
Pidió no confundir la ignorancia con la falta de sensibilidad de ciertos políticos, pues la ignorancia “puede pulirse” mientras el boca floja demuestra su equivocación, no obstante, esas situaciones se deben a que ya no se educa a la clase política como era anteriormente, los artistas perdieron ese ejercicio y por lo tanto muchos gobernantes no asisten a las actividades culturales para disfrutar de ellas, “eso ha venido a menos en la política mexicana”.