* Exhiben más de 200 piezas religiosas de los siglos XVII al XX en un espacio de historia y fe
Alejandro Gómez
Con la llegada de peregrinos y alfareros devotos de la imagen católica de Padre Jesús, provenientes de San Pedro Tecomatepec, Estado de México, fue inaugurado el primer “Museo Comunitario de Arte Sacro Virreinal de la localidad de Tecalpulco” en Taxco, donde se exhiben unas 200 piezas religiosas de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, en una mezcla de religiosidad, fe, creencia, historia, cultura y sentido de pertenencia de la sociedad de ese lugar.
El evento inaugural estuvo a cargo del sacerdote de los templos de “Nuestra Señora de la Luz” y “Padre Jesús” de Tecalpulco, Armando Ruiz Beltrán, quien destacó la participación de la sociedad civil, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la promotora turística “De Tlachco a Taxco”, medios de comunicación y estudiantes de arquitectura, en un proyecto surgido de la propia comunidad para mostrar su riqueza histórica, católica y de turismo religioso.
Dentro del marco del primer viernes de cuaresma celebrado en Tecalpulco en honor a la imagen religiosa de Padre Jesús, el presbítero destacó que se trata del primer recinto cultural en el municipio, estado y país con esas características, donde se muestran ofrendas, prendas de vestir, milagros, cabello, exvotos, pinturas, fotografías y redacciones con más de 100 años de antigüedad, como agradecimiento a la divinidad por los favores de sanación y otras situaciones de bienestar.
Ruiz Beltrán defendió que el museo comunitario inaugurado el “Miércoles de Ceniza” en el interior del templo construido en el siglo XVI, es parte del recuento de la riqueza religiosa, cultural e histórica de esa comunidad de Taxco, pero también es una muestra viva de las tradiciones, costumbres, creencias, devoción y fe de un pueblo mayoritariamente creyente en Dios, donde miles de devotos de todo el país llegan cada año a ofrecer sus ofrendas a “papá chuchito”.
Puntualizó que el proyecto surgió de la inquietud de revalorar el sentido identitario y de pertenencia de esa población, de su fervor y creencia en la divinidad, así como del interés en mostrar al resto de la sociedad, la herencia dejada por los antepasados que en sus testimonios de fe han expresado su agradecimiento por la manifestación del todopoderoso en momentos de dificultades médicas, económicas, laborales y personales de quienes hicieron sus ofrendas desde el año 1830.
Hizo el llamado a los habitantes de esa localidad a defender, procurar, resguardar y preservar el recinto cultural como parte de su propio patrimonio histórico y del sentido de identidad dentro de la responsabilidad compartida, tomando en consideración que el templo católico es uno de los mejor conservados en la entidad y cuenta con una riqueza religiosa incuantificable, “la gente de Tecalpulco tiene en sus manos el buen estado del museo; no fue fácil la tarea pero se está avanzando”, dijo.