* Sacerdote invita a la comunidad a vivir el ayuno, la oración y la reconciliación
Alejandro Gómez
Al encabezar la celebración religiosa del “Miércoles de Ceniza” en Taxco, el sacerdote de la “Iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo” de la parroquia de Chavarrieta, Víctor Hugo López Carbajal hizo el llamado a la comunidad a vivir las tres obras penitenciales como son el ayuno, oración y reconciliación y a través de ello tener la capacidad de intercesión con Dios, para formar parte de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo como acontecimiento central de la vida de los cristianos.
El presbítero reconoció que el “Miércoles de Ceniza” marca el inicio de uno de los tiempos más fuertes dentro de la liturgia de la iglesia como es la cuaresma, donde la sociedad creyente entra en un proceso de preparación para vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo que se celebra en Semana Santa, en un periodo de cuaresma iniciado ayer y que concluye en el espacio de jueves a domingo santos.
López Carbajal puntualizó que la imposición de la ceniza está enmarcado en un sentido meramente penitencial y no precisamente a manera tradicional, que se ha venido efectuando y registrando desde el antiguo testamento, donde se manifestaba el sentimiento de penitencia de alguna persona que hacia esa enmienda para pedir a Dios perdón por los pecados cometidos en diferentes momentos y circunstancias.
“Esa manifestación se caracterizaba cuando las personas se cubrían de ceniza, con la intención de establecer una marca visible como sentido de arrepentimiento y por medio de ella, enviar a la comunidad un mensaje de que en ese momento se encontraban en un proceso de confesión de los pecados”, expuso el clérigo, al señalar que la liturgia católica ha retomado esa situación, para que la sociedad creyente inicie el camino penitencial de la cuaresma en un sentido de conversión.
Aseguró que quienes recibieron la ceniza lo hicieron convencidos de convertir su corazón hacia Dios, de generar un mayor acercamiento al proceso de petición de perdón por los pecados cometidos y no como una mera tradición como en ocasiones ocurre, debido a que la iglesia católica establece ese día como espacio de ayuno y abstinencia obligatoria junto con el viernes santo, donde la mortificación del cuerpo pone a prueba la fuerza de voluntad para dominar las pasiones humanas.
El sacerdote Víctor Hugo López Carbajal dejó en claro que la abstinencia va mucho más allá de evitar comer carne durante un día en el tiempo de cuaresma, porque se trata de tener la capacidad de reprimir algún apetito o deseo por parte de alguien que le cueste mucho trabajo de dejar, “ese es el verdadero sentido de ayuno y abstinencia, aquello que encamina a la preparación para vivir ese acontecimiento de la Semana Santa con la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”.