Alexis Blancas
Desde el sábado pasado a la fecha, seis miembros del servicio público han sido asesinados en la capital, y cuatro unidades de transporte, entre urvans y taxis, han sido incendiadas.
Las amenazas en redes sociales han llevado a una psicosis en la comunidad de Chilpancingo y el temor de los transportistas de ser víctimas de un ataque han ocasionado la suspensión del transporte, mientras la falta de garantías de seguridad por parte de los tres niveles de gobierno mantiene la incertidumbre en la ciudad.
La ciudadanía se ve obligada a caminar kilómetros durante más de una hora para llegar a sus lugares de trabajo, afectando especialmente a comerciantes fijos, semifijos y ambulantes, así como a los habitantes de la periferia que dependen de ingresos diarios.
En un intento por restaurar la seguridad, un operativo compuesto por elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Policía del Estado y Municipal, se ha desplegado en el Mercado Central “Baltazar R. Leyva Mancilla”, realizando revisiones a motociclistas y vehículos.
Asimismo, transportistas locales decidieron salir a manifestarse y exigir seguridad laboral para ellos y paz en la entidad.
Chilpancingo espera con ansias medidas concretas que restablezcan la paz y la normalidad en el municipio.