Michel Vargas

Las pocas unidades del transporte público que se encuentran circulando en el puerto de Acapulco; si bien han ayudado a desahogar la movilidad de los ciudadanos que buscan llegar a sus destinos, han demostrado también la falta de empatía de los conductores.

Camiones urbanos de la ruta Hospital – Caleta, sin aviso aumentado el costo de dicho servicio a 15 pesos por pasajero, aún y cuando tienen la papeleta oficial de la Delegación de Transportes que acredita que el costo oficial es de 12 pesos.

Aunado a ello, las unidades no cubren las rutas completas pues le indican a sus pasajeros que tienen que descender en el Zócalo de Acapulco, pues tienen que dar la vuelta y regresar a su base.

La situación se mantiene complicada pues no están operando de manera normal todas las rutas y tienen cierto horario de trabajo, por lo que durante las tardes se pueden observar a decenas de ciudadanos esperando para abordar algún vehículo que los lleve a sus domicilios.

Hasta este día, la zona poniente de Acapulco se mantiene con muy pocas unidades del servicio de transporte público, además de eso en las calles del centro de Acapulco, no hay urvans y camiones en sus distintas rutas.

Aunque hay unidades de taxis azules, aceptar dar el servicio siempre y cuando sea en un lugar céntrico y en un horario adecuado, de acuerdo a los propios choferes.

Finalmente, los ciudadanos tienen que seguir solicitando “aventones”, caminar largas distancias o esperar a que pase algún vehículo de la Guardia Nacional para que los acerque un poco a sus destinos.

El secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez afirmó que se ha restablecido el servicio de transporte en un 70 por ciento y advirtió que en caso que los concesionarios se resistan a regresar a prestar sus servicios el gobierno podría autorizar nuevos permisos y a plataformas como Uber para atender la demanda de los ciudadanos del puerto.