En Acapulco, se continúa respirando el miedo, los fuertes vientos o el sonido de los relámpagos, sigue siendo un factor clave en el temor que existe por parte de algunos acapulqueños que presentan estrés postraumático tras vivir la catástrofe generada por el huracán Otis.
De acuerdo a la presidenta de la Asociación Mexicana de Tanatologos, Irma Lorena Zamudio Goetz, la salud mental de la población sigue sufriendo estragos al momento en que comienzan a ver el cielo nublado o algún pronóstico meteorológico.
Angustia, depresión, insomnio y ataques de ansiedad son algunos de los síntomas que ciudadanos viven constantemente ante las recuerdo de sus pérdidas materiales y ver la destrucción que se dio en el municipio.
La especialista en salud mental, precisó que nadie estaba preparado para afrontar la tragedia y sobre todo la impresión de vivir perdidas materiales o incluso la perdida de un ser querido.
“Todos afrontamos lo ocurrido cada quien a su manera, pero te puedo decir que tenemos un estrés postraumático, a la más mínima lluvia o viento, mucha es la gente que empieza a sentir angustia, se resguarda, se encierra, además que lo que pasó es tema recurrente de conversación, el trauma del encierro, la falta de alimentos, agua, luz, no estar en comunicación, todo”, comentó.
El huracán Otis no hizo distinción pues generó afectaciones a personas con altos recursos, a a ciudadanos de clase media y baja, económicamente hablando.
Sin precisar estadísticas, aseguró que se ha generado un incrementó, en el número de pacientes con ataques de ansiedad, causados por la más mínima lluvia o viento, factores que traen a la mente aquella noche de 24, madrugada y mañana de 25 de octubre.