La testigo protegida conocida como “Carla” brindó un testimonio ante la Fiscalía General de la República el 13 de abril, afirmando que miembros del Ejército Mexicano en Guerrero vendieron armas al cártel “Guerreros Unidos”. Este testimonio arroja luz sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Según “Carla”, estas armas eran prestadas por el cártel a un grupo policial de reacción inmediata llamado “Los Bélicos”, vinculado a la Policía de Iguala. Se acusa a “Los Bélicos” de entregar a los narcotraficantes a los estudiantes desaparecidos. Estos detalles surgieron de un reportaje de Abel Barajas en el periódico Reforma.
Hace un mes, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) afirmó que el caso de los 43 normalistas no se resolverá si el Ejército y la Marina siguen ocultando información. En medio de esta falta de transparencia, el grupo internacional decidió poner fin a su trabajo en México.
Recientemente, la Secretaría de Marina tomó el control total del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El testimonio de “Carla”, dado el 13 de abril, detalla los tratos entre el cártel y el 27 Batallón de Infantería del Ejército durante la desaparición de los estudiantes. Este nuevo testimonio contribuyó a la obtención de órdenes de aprehensión el 13 de junio pasado contra 16 militares supuestamente involucrados en los hechos de 2014 en Iguala.
En su testimonio, “Carla” dijo: “Supe, porque yo vi, que soldados de ese batallón vendían armamento al grupo Guerreros Unidos, recuerdo que dentro de esas armas habían G-3, que son como ametralladoras, .9 milímetros, Uzi, una Barrett, siendo que también le vendían al grupo los cartuchos, siendo el enlace ‘El Profe’, jefe de sicarios, quien tenía conocidos en el Ejército y era el contacto con los soldados de ese batallón”.
“Ese armamento era entregado en una cancha que se llama Escorpión, las cuales se encuentran a un lado de la Chevrolet de Iguala, y otras ocasiones en las canchas (de futbol) del ‘Maracaná’, las cuales se encuentran frente al Estadio Ambrosio Figueroa; por esas armas se pagaba buen dinero a los guachos, de hecho, esas mismas armas que se adquirían a los militares se les prestaban a la Policía Municipal de Iguala, más concretamente al grupo de ‘Los Bélicos’ para el caso de que fuera necesario”.
El GIEI ha expresado su frustración por la falta de cooperación de las fuerzas armadas, afirmando que se les han negado documentos esenciales. A pesar de la promesa del Gobierno federal, datos y documentos en las Secretarías de la Defensa, Marina y del desaparecido Cisen no han sido proporcionados para la investigación. El grupo ha decidido concluir su trabajo debido a esta falta de transparencia.