- Cuando concluyó la manifestación que encabezaron los padres de los 43 estudiantes desparecidos en Iguala, afuera de esas instalaciones militares, jóvenes encapuchados vandalizaron la fachada del inmueble y lanzaron artefactos explosivos al interior
- De acuerdo con autoridades de la Ciudad de México, 39 elementos de las fuerzas de seguridad que resguardaban el inmueble resultaron heridos
Jesús Saavedra
Normalistas que acompañan las protestas de los padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, hace 8 años, atacaron con piedras y artefactos explosivos artesanales las instalaciones del Campo Militar número 1 del Ejército, en la Ciudad de México, a pesar de que se desplegó un operativo en el participaron policías y militares.

Al grito de “¡porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, varios cientos de manifestantes, entre ellos los padres de los 43 normalistas, se concentraron en una de las puertas del Campo Militar 1, donde realizaron un mitin que concluyó en vandalismo y violencia por parte de jóvenes encapuchados, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador había pedido que las protestas fueran pacíficas.
Al menos 39 elementos de las fuerzas de seguridad que resguardaban las instalaciones del Campo Militar número 1, resultaron heridos durante la protesta, informó el Gobierno de la Ciudad de México.
Los padres y normalistas llegaron a las instalaciones del Campo Militar antes del mediodía de este viernes, en donde había decenas de policías de la CdMx y militares debido al antecedente de las manifestaciones del miércoles afuera de la embajada de Israel y del jueves en la FGR, donde realizaron pintas y lanzaron petardos y piedras que provocaron heridas a uniformados que protegían esas oficinas.
Al concluir el mitin, de nueva cuenta, un grupo de normalistas arremetió violentamente contra las instalaciones militares, luego fe que habían pintarrajeado con spray las paredes del acceso principal a esas instalaciones militares.
Los jóvenes encapuchados comenzaron a lanzar piedras y artefactos explosivos al interior del cuartel militar, lo que obligó a los policías capitalinos y militares a sacar dos tanquetas antimotines para lanzar chorros de agua a los manifestantes para evitar que ingresaran al Campo Militar.
Antes, durante el mitin, el abogado Isidoro Vicario Aguilar hizo una relatoría de los abusos del Ejército en Guerrero, como la desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco, el abuso sexual de dos indígenas de Acatepec, las 11 personas asesinadas en El Charco, municipio de Ayutla y ahora la desaparición de los 43 normalistas, “si no tiene nada que ver la institución como el Ejército, deben de coadyuvar y detener a los militares señalados en el informe”.
La madre de uno de los normalistas desaparecidos, Joaquina García Velázquez, pidió al Ejército que coopere con la investigación del caso, “pedimos que se comprometan con la justicia, no venimos armados, venimos en paz a pedir que se haga justicia y saber qué pasó con nuestros hijos y que se pongan en nuestros zapatos en la búsqueda de nuestros hijos”.
Don Mario César González Contreras, padre de otro normalista desaparecido, indicó que el Ejército manchó su historia con la desaparición de los 43 estudiantes, y reprochó que “son unos criminales” porque “dejaron a uno de sus soldados morir, pudieron haber salvado a nuestros hijos si hubiesen aplicado el protocolo de búsqueda de su soldado infiltrado; son unos asesinos y cómplices de esta desaparición”.
Señaló que en el informe de la Comisión para la Verdad y la Justicia en el Caso Ayotzinapa hay evidencias que 25 estudiantes fueron ingresados a las instalaciones del 27 Batallón de Infantería en Iguala, durante la noche del 26 de septiembre de 2014, y que otros 6 fueron asesinados por órdenes del comandante de ese Batallón, José Rodríguez, quien ya está detenido.
También le pidió al presidente López Obrador que “se ponga a trabajar, estos puercos asesinos siguen impunes y el Ejército sigue igual que en el sexenio de Enrique Peña Nieto”.
González Contreras aseveró que los hechos de violencia registrados afuera de la FGR, el jueves, fueron un “acto de provocación” del secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, quien envió policías a “provocar una confrontación”.