• El presidente habló de los exgobernadores Francisco Figueroa y Rubén Figueroa Alcocer y de cómo ordenaban reprimir porque en Guerrero se necesita mano dura 

Jesús Saavedra

El presidente Andrés Manuel López Obrador ejemplificó la conducta del régimen autoritario que cometía “graves atrocidades” al recordar dos anécdotas ocurridas en Guerrero, cuyos protagonistas fueron dos exgobernadores: Francisco Figueroa Mata y Rubén Figueroa Alcocer. El primero por el asesinato de un periodista, en Iguala, y el segundo por la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez.

Al referirse al informe que presentó la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, el mandatario aseveró que los gobiernos autoritarios suelen demeritar las graves violaciones a los derechos humanos con la idea de que “no va a pasar nada, pensando que no iba a suceder nada”.

Dijo que hay un grado de “enajenación que se padece en ciertos sectores y el concepto de autoridad, de poder”, y fue cuando se refirió a la primera anécdota, “de un hecho lamentable en Iguala”, ocurrido en 1911, cuando era gobernador de Guerrero Francisco Figueroa Mata y el presidente era Francisco I. Madero.

Aseveró que ese fue un “hecho que manchó, muy poco, pero lo manchó al presidente Madero”, quien “también estaba muy acosado por el conservadurismo, al grado que tuvo que recurrir a Huerta y a los peores militares del Porfiriato que se habían formado reprimiendo a los pueblos indígenas”.

López Obrador indicó que había en Iguala un “dirigente social y periodista en Iguala, vinculado al zapatismo y el gobernador de entonces era un Figueroa en Guerrero, porque tenían mucha fuerza los Figueroa en ese entonces”.

Recordó que ese dirigente social y periodista apareció asesinado “en el panteón de Iguala, con la saña que le quitaron los ojos, entonces vienen los familiares a ver al presidente y por defender al gobernador que tenía información que el periodista era un opositor, zapatista, revoltoso”.

Aseguró que el presidente Francisco I. Madero le pidió explicaciones al gobernador Francisco Figueroa Mata “y le manda una carta el gobernador a Madero, aceptando que él había ordenado el asesinato del periodista, pero con una justificación, con ese pensamiento de derecha, conservador, autoritario, como el pensamiento de (Adolfo) Hitler, como el pensamiento de (Benito) Mussolini, como el pensamiento de (Francisco) Franco, como el pensamiento de (Augusto) Pinochet, que todavía existe; diciéndole que no se podía gobernar Guerrero y poner orden si no era de esa manera y que se tenía que actuar con mano dura”.

López Obrador añadió que pasaron más de 80 años y en Guerrero volvió a gobernar otro integrante de esa familia, Rubén Figueroa Alcocer, y durante su gobierno ocurrió la masacre de 17 de campesinos en el vado de Aguas Blancas.

Recordó que eran campesinos que iban a protestar, “y los estaban esperando la policía y los asesinan; la justificación del gobernador fue igual que la del que estaba en la época maderista y que venía del Porfiriato, igual”.

Afirmó que Figueroa Alcocer dijo una “expresión de lo más brutal, cuando le piden cuentas al gobernador (Figueroa Alcocer) dice ‘¿y qué esperaban, que yo los recibiera con un ramo de flores?’ Eso que se repite en Iguala y en otras partes, eso debe de desterrarse, cero autoritarismo”, finalizó.