• Esa acción fue para protestar porque el Ayuntamiento de Chilpancingo destruyó un monumento en honor a los caídos en la lucha por la autonomía de la UAGro 

Jesús Saavedra

Encabezados por el dirigente de la Asamblea de Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, un grupo de personas removieron unos juegos infantiles que el gobierno municipal había instalado en lugar de una fuente que estaba en la alameda ‘Francisco Granados Maldonado’ de Chilpancingo.

A principios de junio, el gobierno que encabeza la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez decidió demoler una fuente que hacía alegoría a la lucha de la Autonomía Universitaria y a los caídos en esa gesta en diciembre de 1960.

Esa fuente fue construida durante el sexenio de René Juárez Cisneros, cuando el alcalde era Saúl Alarcón Abarca, y se privilegió el diseño arquitectónico para hacer memoria histórica de la gesta que logró la autonomía universitaria.

Alrededor se construyeron 20 columnas en memoria de las 20 personas que murieron asesinadas en esa lucha ocurrida en 1960, y en los trabajos de demolición de la fuente de agua, una de esas columnas fue derribada.

La semana pasada trabajadores del Ayuntamiento colocaron en ese lugar un sube y baja, y una resbaladilla de metal, los cuales fueron pegados al suelo con unos sujetadores de metal y tornillos.

Este lunes, Nicolás Chávez y un grupo de seguidores rompieron con un esmeril los tornillos y liberaron los sujetadores, y removieron los dos juegos infantiles.

La dirigente del Comité de Solidaridad con Familiares de los Caídos de 1960, Roberta Campos Adame, criticó severamente la “falta de cultura y memoria histórica de la administración de Norma Otilia Hernández Martínez”.

Consideró que el haber demolido la fuente y uno de los pilares que la rodeaban, “es una ofensa a la lucha por la autonomía universitaria, es una ofensa a las víctimas de esta lucha”.

Dijo que ofendía más que en ese sitio se hayan colocado un par de juegos infantiles de metal. “No se hacen así las cosas, de manera improvisada y desconociendo la historia de las luchas del pueblo de Guerrero”, reprochó.

Hasta ese sitio arribaron trabajadores del Ayuntamiento quienes pidieron que no quitaran esos juegos o se actuaría legalmente, pero a Nicolás Chávez y a sus simpatizantes no les importaron esas amenazas y retiraron los dos juegos de metal, se los llevaron entre todos y los pasaron a dejar frente del acceso principal de la sede del Ayuntamiento capitalino, en el centro.