David Martínez Téllez

La comunidad futbolera de Chilpancingo se encuentra de plácemes. A más de 30 años de haber creado la tercera división profesional arriba a una final de la zona A.

Se enfrentará a Venados de Yucatán este miércoles 25 de mayo, su adversario en el partido de ida. El sábado 28 será el cierre definitivo.

En la semifinal ganó avispones con un global de 3-1 a Guerreros de Dios, equipo de la ciudad de México. Encuentro de vuelta en Chilpancingo 2 cero. En el de ida empataron a uno.

Entusiasmo desbordado tanto de jugadores como de cuerpo técnico, y sentimiendo excedido en los asistentes al estadio con una capacidad para 5 mil personas. Aforo que resultó insuficiente en esa semifinal.

El logro es de una mezcla de por lo menos tres factores: jugadores disciplinados; colectivo técnico ordenado y audacia del director técnico, y, por último un empresario intrépido.

La afición llegó porque Avispones, casi está en las grandes ligas. Antes en encuentros de la temporada acudía la porra y los padres de los muchachos. Las gradas estaban desoladas. En dos que tres ocasiones llegó a presentarse el senador Félix Salgado Macedonio; en una de ellas lo acompañó su hija la gobernadora. El objetivo fue ganar imagen ante los escasos asistentes. Nunca se pronunciaron por apoyar al equipo. A lo mejor ahora, con la posibilidad de que Avispones ganen un lugar en la segunda profesional anuncien prebendas.

El equipo de futbol avispones dejó de tener sustento del Ayuntamiento de Chilpancingo desde la pasada administración con Antonio Gaspar. Al prinicipio mantuvo ciertos auxilios, ni llegado a la mitad del gobierno se desentendió. En la actual con Norma Otilia Hernñandez de plano ni los recibió. Menciono este apartado porque la franquicia le pertenece al H. Ayuntamiento de Chilpancingo.

Un empresario gasolinero arrojado de apellido Also entró al quite con la ausencia de apoyos. El logotipo de su empresa exhorta a tener sueños, a ir a hacia arriba, a ser resiliente.

Ahora le corresponde a la porra, a quienes asistan y apoyar a Avispones a comportarse como animadores. Y lo digo por lo siguiente: hará unos 15 años asistía a los partidos de este equipo y me tocó ver el comportamiento violento de la porra con el nombre Maguey. Esto se debió a que Avispones perdió ante el rival. Como cualquier evento deportivo se gana o se pierde.Pero eso, en aquel momento, no se entendía.  Espero, ahora que van a asistir muchos seguidores de Avispones al estadio de Chilpancingo y luego a Yucatán, con estos eventos acepten celebrar el triunfo o venerar la derrota.

Solemnizar cualquier resultado. E incluso aplaudir a quien sea derrotado.

El futbol también es educativo. Me refiero a que muchos padres de los jugadores desde la tribuna le gritan a su muchacho cómo tiene que desplazarse por la cancha. Solo consigue distraerlo y aturdirlo. Este rol le corresponde al director técnico de cómo tiene que trasladarse el jugador. Como aficionados (que no fanáticos) debemos apoyar a nuestro equipo y a sus integrantes. Si llegara a cometer un error cualquier jugador de Avispones al unísono tendríamos o que aplaudir o gritar “¡vamos, vamos, a seguir jugando”!

Sería interesante ver a nuestra afición aplaudirle a nuestros adversarios si llegaran a ganarle a Avispones.

A los jugadores imbuirles que se ha ganado una batalla, que vienen eventos deportivos más competitivos. Todavía no son estrellas y si lo son se encuentran en la etapa fugaz. Van a quedar en la memoria colectiva cuando sean consistentes y persistentes. Una paloma, dice el vulgo colectivo, no hace verano.