David Martínez Téllez

El lunes 16 de mayo el periódico El Financiero publicó una encuesta sobre los posibles escenarios para la sucesión presidencial del 2024 en México.

La cultura de credibilidad de los resultados de trabajos sobre la opinión pública obedece a la calidad de información sobre los cómos se llevó a cabo la investigación. Entre el vulgo moderno se piensa que resultados de las encuestas son inventadas y a modo de quien las paga. Tienen un manejo político y, en este nivel se les da toda la razón.

Por lo general este tipo de trabajo se elabora en una computadora y carece de metodología que explique cómo se llevó a cabo, en qué lugares, cuál fue el cuestionario y la cantidad poblacional entrevistada, por lo menos. Esa gráfica publicada  sin la explicación anterior carece de validez.

Las encuestas publicadas sin sustento académico se conocieron cuando el IFE era conducido por el propio gobierno. A pesar del arribo de la alternancia política todavía subsistió esa práctica de fingir. Muchos periódicos de los llamados de circulación nacional se prestaron para ese engaño. Lo mismo copiaron periódicos locales. Casas encuestadoras florecieron porque cobraban un dineral sin ser profesionales. Era la moda.

Sobrevivieron aquellas encuestadoras que al paso del tiempo demostraron un desempeño apegado a la realidad. Muchas sucumbieron.

María de las Heras y Mitofsky han llegado a realizar un trabajo profesional. Se han ido consolidando las encuestas de algunos diarios nacionales: El Universal, Reforma, El Financiero, por ejemplo. Milenio trae un dejo de parcialidad. Para constatar que encuestadoras persiguen un objetivo de imparcialidad y reflejar parte de una realidad se comprueba en los futuros acontecimientos y comparando sus apreciaciones con otros resultados (parciales) de empresas encuestadoras.

Por ejemplo, a finales de abril los resultados de encuestas de Reforma, El Financiero y Mitofsky coincidían en el aprecio del presidente en 66 y 70 puntos porcentuales. Que al confrontar con la popularidad de su arribo a la presidencia se observaba una pérdida de entre 10 y 15 por ciento. De las Heras anunció un descenso de 20 puntos porcentuales. Existía una coincidencia de depreciación.

La encuesta reciente de El Financiero nos señala que Morena posee una votación favorable de 41 puntos porcentuales. Envidiables. Pero que si llegara a conformarse una coalición PRD, PAN y PRI estarían en 36 puntos. Solo 5 puntos debajo que en una campaña presidencial son escasos. Apunta que Movimiento Ciudadano obtiene 9 puntos. Que si llegaran a aliarse con la coalición rebasarían a Morena. La encuesta de El Financiero atisba un apretado triunfo de la oposición sobre Morena.

Para el escenario de dos frentes (ya sin encuesta de El Financiero) es necesario saber quién será el candidato. Morena, a través del presidente, anuncia a varios. Los más destacados son 4: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal. Con posibilidades hasta de una ruptura en este partido.

Por su parte, la posible coalición u oposición a Morena carece de un candidato atractivo. Pero su fuerza radica en la unidad. Sin ella (como lo dice la encuesta de El Financiero) pierden ante cualquier candidato de Morena, incluso con ruptura.

La encuesta de El Financiero es la realidad de este momento. Dentro de meses puede variar; por eso es importante continuar con este tipo de trabajo profesional. En este nivel habría que reconocer la labor diaria de Mitofsky sobre la popularidad o aceptación del presidente. Ha llegado a 66 puntos (diciembre 2021) y en este mes de mayo se observa un descenso hasta ubicarse en 57.8. Es decir, pierde 8 puntos porcentuales.