Jesús Saavedra
Ocho familias de la cabecera municipal de Juan R Escudero, Tierra Colorada salieron del país y fueron recibidas como exiliados en Canadá, luego que fueran desplazados de sus hogares al recibir amenazas que iban a atentar contra su integridad si continuaban viviendo en ese lugar.
Así lo dio a conocer la directora del Centro Regional de Derechos Humanos de Chilapa “José María Morelos y Pavón”, Teodomira Rosales Sierra quien explicó que esas ocho familias salieron huyendo de Tierra Colorada tras unos hechos sangrientos en diciembre pasado.
Recordó que el 9 de diciembre del año pasado fue privado de su libertad, Salvador Catalán Barragán y el adolescente de nombre Marcos. Catalán Barragán era profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero y fundador del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg) y Marcos era Policía Comunitario de esa corporación.
Tres días después los cuerpos decapitados y con visibles huellas de tortura fueron encontrados en Tierra Colorada y se dio a conocer una videograbación de sus victimarios donde ambos confiesan que trabajaban para un cartel de la Sierra y que estaban abriendo el camino para que entraran al corredor de Colorada al valle de El Ocotito.
Rosales Sierra dio a conocer que el 13 de diciembre, luego del sepelio de ambas personas, integrantes de ocho familias cercanas tras recibir amenazas de muerte y porque se percataron “que afuera de sus domicilios vehículos desconocidos montaban vigilancia en todo momento”.
Explicó que buscaron la ayuda del Centro que dirige y buscaron el apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organismo que les ayudó a buscar refugio temporal en la Ciudad de México desde el mismo 13 de diciembre. Teodomira Rosales informó que desde esa fecha “fue todo un peregrinar de oficina en oficina para buscar refugio en mejores condiciones y con el apoyo del gobierno federal”.
Señaló que inclusive realizaron un plantón durante más de un mes afuera de la Secretaría de Gobernación “hasta por fin se consiguió que les dieran cobijo en un refugio a esas ocho familias en mejores condiciones”.
Informó que a cinco meses que salieran de Tierra Colorada, esas ocho familias “con todo el dolor de su corazón las ocho familias integradas por ancianos, adultos y niñas y niños se fueron, prácticamente para no regresar más” y que su destino era el país de Canadá donde se fueron recibidos en calidad de exiliados.
Agregó que esa salida de esas ocho familias se debe al apoyo de la Secretaría de Gobernación, de la CNDH y del gobierno del Guerrero, a quien agradeció su cooperación.
Por último consideró que los tres niveles de gobierno deben “de sumar esfuerzos y combatir a los grupos de narcoparamilitares que se disputan el control del territorio, causando muerte y terror sin que las familias desplazadas puedan regresar a sus pueblos y comunidades, consideran que al exiliarse las familias el problema ya está resuelto en esas zonas en disputa”.