• “Yo le pido a Dios que me dé prudencia, sabiduría e irle buscando para sacar a la luz esos desaparecidos, esos cadáveres”, dijo el prelado en misa de despedida en ese lugar

Juan Blanco

En el municipio de Chilapa hay al menos 400 cuerpos en fosas clandestinas, asegura el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, quien confiesa que “sabe más o menos dónde están”.

Revela también que el exgobernador Héctor Astudillo Flores, ya en los últimos días de su administración, fue informado sobre la existencia de uno de los cementerios clandestinos en el que, se presume, hay alrededor de 30 cuerpos, para que ordenara que fueran exhumados, pero el entonces mandatario estatal respondió que ya no quería más problemas, dice el obispo.

“Y le echaron tierrita… ya no hicieron nada”, asegura.

Rangel Mendoza dice que la información de la existencia de las fosas clandestinas la obtuvo de fuentes anónimas.

Por otra parte, reveló también que hace ocho meses a un Juez le pagaron cinco  millones de pesos para liberar de la cárcel a un narcotraficante guerrerense, pero no precisó a quién. La fuente, asegura, es confiable.

MISA DE AGRADECIMIENTO

El pasado sábado 30 de abril, se llevó a cabo en la Catedral Asunción de María Santísima, en la ciudad de Chilapa, la otra sede, junto con Chilpancingo, del obispado que asumió el año 2015, una misa de agradecimiento a monseñor Rangel Mendoza, por su labor eclesial, celebración a la asistieron el exgobernador interino de Guerrero Rogelio Ortega Martínez; el diputado local del PRI Jesús Parra García y los síndicos del Ayuntamiento municipal de Chilapa Rosa Elena Chavelas Gutiérrez y Néstor Parra Rodríguez, entre otras figuras políticas..

Un lugar destacado entre los asistentes lo ocupó el nuevo obispo de la Diócesis, monseñor José de Jesús González Hernández.

LA HOMILÍA

En su homilía, monseñor Salvador Rangel dio las gracias a Dios por haber logrado “relativamente” la paz en la Diócesis que comprende los municipios de la zona Centro y Norte de Guerrero, tranquilidad que, indicó, en las de Acapulco y Altamirano no se ha logrado porque se siguen suscitando hechos de violencia que antes tenían sumida a la de Chilpancingo-Chilapa en una situación de violencia prácticamente fuera de control.

Sin embargo, expuso que así como Dios les pidió a los pescadores que no tuvieran miedo tras quedar en medio de las aguas turbulentas del mar, él les pide lo mismo a los guerrerenses que son víctimas de la inseguridad en el estado: “No tengan miedo”.

Apuntó que durante su ministerio él trató de poner su “granito de arena” para lograr la paz, pero que hay otras personas más que han hecho lo mismo bajo el anonimato.

En ese sentido, contó: “sucede que cuando iban a soltar a un señor que hacía mucho mal, que estaba en la cárcel, una palomita me avisó: ‘Le acaban de dar a un Juez 5 millones de pesos para soltar a fulano’. Entonces, yo me moví para que no saliera el señor”.

Entrevistado más tarde sobre este tema, dijo que esto ocurrió hace apenas ocho meses y que, a quien iban a liberar era a un narcotraficante de Guerrero, por lo que “de inmediato yo le mandé decir al gobernador, y es cuando se hicieron los trámites y se mandó a ésta persona a Oaxaca”.

El exobispo no dio a conocer el nombre del narco en cuestión, “por lo delicado que es el tema”, argumentó.

LE ENTREGAN RECONOCIMIENTO

Después de oficiar la misa, integrantes del Comité para la Construcción de la Paz en el Estado de Guerrero y el exgobernador Rogelio Ortega Martínez le entregaron al obispo emérito una placa y una medalla, respectivamente, en reconocimiento a su labor pastoral.

El exgobernador Rogelio Ortega dirigió unas palabras de agradecimiento a monseñor Salvador Rangel por sus acciones de paz, y aseguró que durante su mandato él trabajó de la mano de la Iglesia para sacar a Guerrero de las “llamas” en las que se encontraba cuando asumió el cargo, situación de violencia provocada por el Caso Ayotzinapa.

En ese sentido y como resultado de esta experiencia, Rogelio Ortega sugirió a la actual gobernadora Evelyn Salgado Pineda trabajar con los líderes eclesiásticos del estado para disminuir la violencia que genera la guerra que mantienen grupos del narcotráfico.

En concreto, Ortega le pidió escuchar la propuesta de los obispos de dialogar con los líderes del narco y con todos los actores involucrados en la generación de violencia, puesto que, aseguró, “es el planteamiento más progresista, más avanzado que yo conozco para buscar una salida a la violencia”.

“MAS DE 400 CUERPOS”: OBISPO RANGEL

El obispo Rangel Mendoza agradeció los reconocimientos que le hicieron, pero manifestó que sin embargo él aún tiene un pendiente con las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos.

Advirtió a los asistentes que lo que revelaría “es una cosa muy delicada: se habla de muchos desaparecidos, pero nunca se habla de los desaparecidos de Chilapa, pero desgraciadamente andan buscando a los desaparecidos de Chilapa donde no están”.

Detalló que “en los días que iba saliendo Astudillo, me comuniqué con él porque descubrieron una fosa clandestina con 30 cuerpos, aquí cerca de Chilapa, y según declaraciones, hay otras fosas más con cerca de 400 cuerpos, pero el gobernador dijo que ya no quería problemas y le echaron tierrita (al asunto) y ya no hicieron nada”.

Ante ello, manifestó que “yo le pido a Dios que me dé prudencia, sabiduría e irle buscando para sacar a la luz esos desaparecidos, esos cadáveres” porque “descubren fosas en todos lados, menos las de Chilapa. Ya sabemos más o menos dónde están”, aseguró. (Con información de API)