• El exprocurador de Justicia de Guerrero dijo que “se puede hablar de un inadecuado procesamiento y preservación del lugar”, pero eso “no necesariamente conlleva a pensar en una alteración o manipulación” de evidencias por parte de los marinos 
  • Explica que en todo caso lo importante son los testimonios de los elementos que participaron en esa diligencia, que “no fue debidamente agregada a la averiguación previa” 

Gilberto Guzmán

La grabación que muestra a elementos de la Marina en el basurero de Cocula, presentada el lunes por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) como prueba de que manipularon evidencias en el basurero de Cocula durante la investigación por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es “un video mudo que da lugar a todo tipo de interpretaciones o especulación”, afirmó el exprocurador de Justicia de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera.

En declaraciones que hizo al periodista Ricardo Rocha en su espacio de Grupo Fórmula, el abogado dijo que el video que presentaron los miembros del GIEI forma parte de una investigación sobre los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre del 2014, “se trata de un video mudo, un video sin sonido, que en consecuencia da lugar a todo tipo de interpretaciones o especulación”.

Consideró que con base en la grabación “se puede hablar de un inadecuado procesamiento y preservación del lugar, sin la más mínima observancia de protocolos de actuación en la materia, lo cual no necesariamente conlleva a pensar en una alteración o manipulación del sitio”, tema en el que, dijo, “se tiene que ser muy cuidadoso.

En consecuencia, Blanco Cabrera consideró necesario “conocer el contenido de los testimonios del mayor número posible o de todas las personas que intervinieron en esa actuación, que por cierto no fue debidamente agregada a la averiguación previa, y no hay antecedente de ella en la averiguación previa”. 

Advirtió que se tiene que analizar que había personas en tierra, en campo y quienes manipularon y manejaban una serie de helicópteros como se puede apreciar en distintos momentos, así como quienesmanejaban el dron.

Otro aspecto que llama la atención, de acuerdo con el exprocurador, es que se trata de “personal de la Marina grabando a personal de la Marina que se encontraba en este sitio”.

Agregó que, hasta donde se sabe, no existen oficios por parte de la PGR solicitando a la Policía Federal y a la Marina, auxilio o colaboración para el procesamiento de ese sitio, lo cual le parece muy grave.

Sin embargo, dijo que “no deja de ser sino una irregularidad más, que viene a enturbiar la indagatoria, que se tiene que investigar, y que debe dar lugar al fincamiento de responsabilidades”, pero que no aporta elementos para el esclarecimiento de la desaparición de los 43 y, por lo contrario, genera mayor confusión, lo cual justifica la molestia de los padres de los desaparecidos.

“Es un cabo suelto más que se agrega a toda una serie de irregularidades; como tú sabes, existieron detenciones, retencionesilegales, actos de tortura, falsificación de documentos; por ejemplo, se nos dice que la Ministerio Público a cargo de la indagatoria no estuvo en muchos de los lugares donde se llevaron a cabo actuaciones, perofirmó las constancias correspondientes, todo eso es irregular, todo eso da lugar a confusión, a una falta de seriedad, de profesionalismo en la atención del caso, que debe investigarse”.

No obstante, Blanco Cabrera dijo que se mantienen las bases de la investigación como lo confirman los informes anteriores del GIEI, la recomendación de la anterior administración de la CNDH, y las versiones oficiales de la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero y de la Procuraduría General de la República.

“Que nos permiten establecer que quien participa en todo esto en carácter de autores materiales e intelectuales, son integrantes de los Guerreros Unidos que actúan en colusión o contando con el auxilio de distintas policías, y que a la fecha no ha quedado del todo claro siestuvieron involucrados o no servidores públicos de los distintos órdenes de gobierno”, apuntó.

El periodista le preguntó si considera que algún día se conocerá la verdad sobre lo ocurrido en el Caso Ayotzinapa, o seguirán comenzando investigaciones de cero sin llegar al fondo.

El exprocurador respondió que “no es comenzar de cero, hay aspectos que están debidamente probados. No podemos soslayar o dejar de tomar en cuenta que hay datos de prueba que nos permiten establecer a grandes rasgos qué fue lo que ocurrió. Están las escuchas de la DEA, los denominados chat de Chicago, que se nos dieron a conocer hace algunos meses que obtuvo el Ejército, que a la fecha desconocemos cómo fue que se obtuvieron, y también hay algunos testimonios limpios que ilustran parte de lo ocurrido aquella fatídica noche. 

“Esos elementos o datos de prueba no pueden ser descartados, son válidos, y repito, nos permiten concluir en principio que intervino la organización criminal denominada Guerreros Unidos. Aquí lo más importante es establecer de manera fehaciente, indubitable, cuáles fueron las rutas de desaparición y el destino final de todos y cada uno de los normalistas”, subrayó el exfiscal.