• Trabajadoras de ese organismo reprocharon “los actos violentos e intimidatorios” del dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero

Jesús Saavedra

Trabajadores de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) denunciaron que el lunes pasado, el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, irrumpió de manera violenta en sus oficinas para respaldar al ahora exvisitador Policarpo Gatica Ramírez, e inclusive sellevó una bandera de esa institución.

Tres días después de esos hechos, los trabajadores de la CDHEG rechazaron “los actos violentos e intimidatorios ejercidos al interior de nuestra institución por parte de Nicolás Chávez Adame, dirigente de la APPG, al igual que del excolaborador de la CDHEG, Policarpo Gatica Ramírez”.

A través de un comunicado firmado por la “Unidad de Género, Mujeres y Hombres de la CDHEG”, explican que el pasado lunes “fueron irrumpidas violentamente las oficinas de esta Comisión Estatal y de la titular Cecilia Narciso Gaytán, presidenta de este Organismo, hecho que desde luego pone en riesgo su seguridad, como mujer, ciudadana y defensora de los derechos humanos”.

Afirmaron que esa situación “pone en riesgo la integridad de las demás personas que laboramos en la CDHEG, las cuales mayoritariamente somos mujeres, acto que desde luego reprobamos contundentemente; más nos asombró el hecho de que fuera un excompañero quien realizara estas acciones a la par del dirigente de la APPG”.

Por ello exigieron que se les garantice “nuestros derechos como mujeres a la par de las demás, que de una forma u otra han sufrido casos similares de violencia y que también en su momento, hemos acompañado en este organismo de derechos humanos presidido por primera vez por una mujer”.

Aseguraron que en la historia de este organismo “no había acontecido ningún hecho de esta naturaleza, la hipótesis que planteamos es que por el hecho de ser una mujer la presidenta se pretende denostar sus capacidades, atribuciones, facultades, como sucede recurrentemente con otras mujeres en posición de esa naturaleza”.

Señalaron que “nada justifica los actos desplegados por estas personas, por lo que pedimos la solidaridad, acompañamiento y seguridad para quien preside esta Comisión, así como para las mujeres y hombres de la misma, a fin de prevenir actos similares a futuro; este hecho refleja una situación grave de violencia contra las mujeres y un atentado a la labor y trabajo cotidiano en la defensa de los derechos humanos”.

Advirtieron que ese tipo de acciones intimidatorias “no nos harán desistir, seguiremos incidiendo en nuestra tarea cotidiana en pro de los derechos humanos”, y expresaron su confianza en que “las autoridades y la sociedad civil organizada en el estado, tomen las medidas necesarias y una respuesta contundente, para garantizar el goce y disfrute pleno de nuestros derechos fundamentales y a una vida libre de violencia, no callaremos ante estos hechos”.

Pidieron “a la sociedad en general trabajar por un cambio cultural para que la violencia no sea invisible y mucho menos normal, y que todos los días sean 8 de marzo” para generar conciencia “sobre la violencia cotidiana que sufren las mujeres, niñas y adolescentes, tanto en los espacios privados como públicos”.