• Esa organización denuncia que Pablo Hilario Morales y Samuel Hernández fueron detenidos por policías municipales de Atlixtac, el martes, y desde entonces están desaparecidos

Josefina Aguilar

El Consejo Indígena y Popular de Guerrero “Emiliano zapata” (CIPOG-EZ), exigió al gobierno del estado la presentación con vida de los policías comunitarios que desde el martes se encuentran en calidad de no localizados, y señaló que el crimen organizado, frente a la inacción y complicidad de las autoridades, sigue desapareciendo y asesinando a la población.

Luego de bloquear la mañana de este jueves la carretera Chilapa-Tlapa, a través de un comunicado emitido este jueves, el CIPOG-EZ, denunció que a dos días de haber denunciado la desaparición de Pablo Hilario Morales, de la comunidad de Tula, y Samuel Hernández Sánchez, de Zapapexco, municipio de Chilapa, luego de que fueron detenidos por elementos de la policía municipal de Atlixtac, continúan sin saber nada de ellos. 

La CIPOG denunció que las autoridades de Atlixtac dicen no saber nada de ellos y negaron información a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por lo que temen por la vida de sus compañeros.

Señaló que “a las autoridades parece no importarles la vida” de sus compañeros y reprocharon que “es más que evidente que el gobierno de Guerrero teme atentar contra los intereses de los grupos delincuenciales que se mueven a sus anchas, secuestrando, asesinando, torturando, disparando en contra de la población en todo el estado”.

Señala que Acapulco, Chilapa, Chilpancingo y distintas partes de la sierra y la Montaña, son escenarios de extorsiones y asesinatos, y la inacción de las autoridades es a todas luces muestra de que están coludidas con los grupos delincuenciales y narco-paramilitares.

La CIPOG señala que esta situación la han denunciado hasta el cansancio, pero desde las autoridades municipales y estatales de Guerrero, hasta las federales, hacen oídos sordos y los miran con desprecio, como si sólo estuvieran pidiendo su caridad. “Sus programas sociales son migajas para callarnos”, afirman en el comunicado.

Asimismo, denuncia que no solo las autoridades municipales y estatales se tapan los ojos, también la Guardia Nacional, la Sedena, la policía estatal y todas las corporaciones que supuestamente se deben encargar de la seguridad del pueblo. “Lo hacen para no ver a quienes perpetran los crímenes contra las comunidades”, afirma. 

La CIPOEG criticó los anuncios del gobierno respecto a que realizan acciones para brindar seguridad, porque “no entienden que a la delincuencia, a los grupos narco-paramilitares, se les debe buscar dentro de su misma estructura, dentro de la policía municipal, dentro de la Fiscalía, en los presidentes municipales, que con una mano cobran el salario producto de los impuestos del pueblo y con la otra cobran la paga del crimen organizado por su complicidad, por su silencio”. 

Señala que un ejemplo de ello son los hechos de violencia ocurridos el miércoles pasado en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, donde personas con armas de uso exclusivo del Ejército y autos blindados, dispararon durante más de una hora en contra de la policía ciudadana, sin que alguna autoridad los contuviera.

Afirma que ni el Ejército, ni la Ministerial, ni la Guardia Nacional, han actuado para realizar las detenciones e impedir la violencia que azota al estado, lo que demuestra que estos grupos delincuenciales tienen la capacidad de atacar y entrar cuando quieran, que tienen el control de los policías que les pasan información para que ellos circulen y dañen a la población, para que asesinen a quienes deciden defender la vida de ésta. 

El CIPOG exigió la aparición con vida de Pablo Hilario Morales y Samuel Hernández Sánchez, y la depuración de las policías municipales de Atlixtac, Chilapa y José Joaquín de Herrera, porquesus elementos están coludidos con el grupo delincuencial y narco-paramilitar ‘Los Ardillos’. 

Además, exigió investigar a los presidentes de esos municipios, a quienes acusaron de permitir que los grupos delincuenciales operen con toda la libertad, y que la Sedena y Guardia Nacional empiecen a hacer su trabajo de detener a la delincuencia, a ‘Los Ardillos’, que mantiene atemorizada a la población en esa región. 

Responsabilizó al presidente municipal de Atlixtac y a su policía municipal, así como a los tres niveles de gobierno, por la desaparición de compañeros, y advirtió que mantendrán el bloqueo en la carretera que Tlapa-Chilapa hasta que aparezcan con vida Pablo Hilario y Samuel Hernández.