- Martha Isela Vázquez informó que solo hay 120 policías que utilizan dos patrullas y una moto-patrulla para realizar recorridos en la ciudad con únicamente cinco litros de combustible al día
Redacción
El Centro de Videovigilancia del C2 de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilpancingo nunca sirvió para evitar ningún delito, porque de 76 videocámaras instaladas sólo funcionan entre siete y 11, reveló la nueva titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Martha Isela Vázquez Adame.
La nueva titular de esta dependencia, Martha Isela Vázquez Adame, explicó a diversos medios de comunicación la situación en la que encontró la Secretaría de Seguridad a su llegada al cargo.
Informó que la corporación está integrada por 120 agentes, de los cuales 10 aún no tienen su Certificado Único Policial (CUP), porque sus perfiles de psicólogos y médicos no son los idóneos para formar parte de la policía municipal.
No obstante, aseguró que la mayoría de ellos ya se encuentran estudiando una licenciatura en Seguridad Pública o están en un proceso de preparación policial para que presten mejores servicios a la población.
Además, dijo que la mayoría del parque vehicular de la corporación lo encontraron “dañado” y que detectaron que sólo dos patrullas y una moto-patrulla realizaban recorridos en la ciudad con únicamente cinco litros de combustible al día.
Reconoció que los 120 policías son insuficientes para hacer frente a la demanda de seguridad de la población del municipio, por lo que se requieren al menos 600 agentes más.
Manifestó que la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez pretende realizar un convenio con la gobernadora electa Evelyn Salgado Pineda para que le preste unos 600 elementos de policía estatal para las tareas de prevención del delito.
En cuanto al nuevo Centro de Videovigilancia del C2 de la SSP de Chilpancingo, que costó 15 millones de pesos durante la pasada administración, Vázquez Adame aseguró que no se la daba mantenimiento y lo encontraron con “muchas limitantes: del 100 por ciento de las cámaras que se tenían, tenemos operando entre un 10 y un 15 por ciento por la falta de mantenimiento”, mientras que los dos drones “están descompuestos, no se sabe desde cuándo no están funcionando”.
La secretaria de Seguridad Pública reconoció que estas inconsistencias en la operatividad y en la parte administrativa, aunado a la quejas en contra de los elementos por no atender con prontitud las demandas de seguridad, generaron en la corporación un concepto de desconfianza, pero aseguró que durante su encomienda terminarán con ello “trabajando estratégicamente, con mano firme y no cayendo en ninguna irregularidad”.