• En la sesión del Grupo Aca, Héctor Astudillo reiteró que para atender la pandemia su administración gastó mil 500 millones de pesos no presupuestados, además que dejó de recibir mil 400 millones por la baja en la recaudación de impuestos
  • Aseguró que problemas del estado se deben enfrentar, porque “un problema que no se atiende en Guerrero, se puede convertir en un incendio”

Ana Lilia Torres

El gobernador Héctor Astudillo Flores pidió al gobierno de la República “no abandonar” a Guerrero “en estos tiempos tan complejos”, y aseguró que, en su caso, hasta el último minuto de su mandato buscará cumplirles a los guerrerenses.

Además, advirtió que lo peor que puede hacer quien gobierne el estado, es no ir a enfrentar los problemas, porque “un problema que no se atiende en Guerrero, se puede convertir en un incendio”.

Durante la sesión semanal del Grupo Aca, a la que asistió como invitado, el mandatario guerrerense describió el escenario que se vive en Guerrero a partir de la crisis sanitaria y económica que trajo la pandemia de Covid-19, y que complicó los planes y metas de la administración que está por concluir.

Recordó que tan sólo para hacer frente a la emergencia sanitaria, el gobierno estatal ha gastado mil 500 millones de pesos que no estaban presupuestados.

Además, reveló que debido a la pandemia, la recaudación de impuestos cayó hasta en un 40 por ciento, al igual que las participaciones federales de varios programas, entre ellos el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, del que dejó de percibir mil 400 millones de pesos durante el ejercicio del 2021.

Astudillo Flores calificó como “una tormenta perfecta” el descenso de ingresos por participaciones federales y recaudaciones en el estado, problemática que fue general para todas las entidades y municipios del país, a partir de los crisis financiera que ocasionó la pandemia de Covid-19.

Además, señaló que por el hecho de que Guerrero es uno de los estados que tendrán cambio de gobierno, está impedido por la ley para solicitar préstamos que le permitan cubrir los compromisos económicos en esta etapa final de la administración.

Señaló que hay asuntos pendientes por cubrir relacionados con bonos, pero es complicado hacerle frente cuando no hay recaudación y sigue siendo Guerrero un estado que depende de las participaciones federales.

Frente a este escenario, Astudillo Flores señaló que le ha pedido al gobierno federal “no abandonar a Guerrero en estos momentos que son complejos” por los múltiples problemas que afronta el estado a partir de la crisis financiera provocada por los dos años de la pandemia.

En su caso, destacó que no dejará deudas al término de su mandato y que hasta el último momento de su gobierno tratará de cumplir los compromisos con el pueblo guerrerense.

También destaco que dejará “de ser gobernador con otros números” en lo que se refiere a seguridad, y recordó que “ya no es Guerrero de los primeros lugares en delitos de homicidios, secuestro y feminicidios”.

Recordó que desde el inicio de su gobierno se fijó como meta que Guerrero dejara de estar en los últimos lugares en todo lo bueno, y en los primeros en todo lo malo.

En ese sentido, Astudillo Flores destacó que de ubicarse en el primer lugar en el delito de homicidios cuando llegó al cargo, el estado estaría cerrando en décimo lugar a nivel nacional, porque han disminuido los homicidios dolosos entre los años de 2018 y 2020.

Sin embargo, reconoció que “en ocasiones hay días difíciles, hoy es un día difícil, fueron seis homicidios en las últimas 24 horas, seis en Acapulco, dos en Iguala y uno en Tlapa”.

Destaco que otro de sus logros es la gobernabilidad, la cual no se logra en automático, y la definió como tener menos problemas y tener más soluciones, sustentada en el dialogo, el acercamiento, y hacer presencia en las dificultades.

Dijo que lo peor que puede hacer un gobernante, es no ir a los problemas, porque “un problema que no se atiende en Guerrero, se puede convertir en un incendio”.

Astudillo Flores afirmó que “el problema de Guerrero, de los últimos tiempos, es la violencia, los grandes problemas de Guerrero, se generan por la violencia”.

Por eso, con respeto dijo que se atrevía a hacer una recomendación a quien encabezará la próxima administración estatal: “en Guerrero siempre hay que cuidarnos de los acontecimientos de violencia, y hay que cuidarnos también de los violentos, porque son los que han generado los últimos problemas graves” en el estado.