• El presidente es igual a sus antecesores y encabeza una política “de persecución y desprestigio” contra el normalismo rural, para asfixiarlo quitándole recursos a esos planteles

Jesús Saavedra

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no se diferencia en nada a sus antecesores, a los que ha tildado de “conservadores”, porque encabeza una política de “persecución y desprestigio” en contra del normalismo rural del país, incluida la normal de Ayotzinapa, reprochó el abogado de los padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Vidulfo Rosales Sierra.

El también activista de ‘Tlachinollan’ fijó de esta manera su postura luego del señalamiento que hizo el mandatario de que en las normales rurales, entre ellas la de Ayotzinapa, los dirigentes estudiantiles ejercen “controles autoritarios”, por lo que dijo estar a favor de eliminar el subsidio para la alimentación y el albergue en esos planteles para entregarles los recursos de manera directa a los estudiantes.

Rosales Sierra se quejó de las “contradicciones” de López Obrador, porque “se machaca a diario que no habrá represión y que este gobierno ya no es como el de antes”, pero “lo cierto es que, en el tema de las normales rurales, la política del actual gobierno, la persecución y desprestigio es el mismo. Casualmente en este tema los ‘conservadores’ coinciden con el actual gobierno”, reprochó.

Señaló que “el presidente es el centro del problema” porque “se trata de quitar el internado en las normales rurales”, pero “éste es la columna vertebral del normalismo rural y de la organización política estudiantil. Estas escuelas con una visión crítica incomodan a los gobiernos de todos los partidos políticos” porque “su visión y posición crítica choca al poder público”.

El abogado afirmó que la “forma de organización política e ideológica de izquierda” en las normales rurales, “es un peligro para el poder público y el statu quo, es un ente disruptor del orden establecido e incomoda a la narrativa de la cuarta transformación”.

Rosales Sierra dijo que en esa lógica está López Obrador y “por esta razón hay que quitarle el agua al pez y con ello se asfixiará al normalismo rural. Quitar el internado es el objetivo de este gobierno para consumar la desaparición de las normales rurales y convertirla en una escuela más, una escuela donde no haya organización de los estudiantes, donde no haya conciencia crítica, donde los jóvenes sólo estudien y no anden de revoltosos”.

Advirtió que para “lograr tal cometido, el gobierno desplegará la narrativa de que los normalistas no administran bien los recursos, obligan a los estudiantes a ir a las protestas, entre otras”, como lo dijo el presidente el martes pasado en Palacio Nacional.

Denunció que López Obrador busca “una justificación para dar el zarpazo final, porque en realidad los estudiantes no administran los comedores; sólo en algunas normales tienen una administración compartida con personal administrativo del comedor, en los demás es personal de la Secretaría de Educación quien administra”.

Rosales Sierra recordó que para gobiernos anteriores al de López Obrador, “los normalistas rurales fueron comunistas y rojillos, después vándalos y malvivientes, ahora son corruptos y por eso hay que quitarles el internado. ¡Fuera máscaras! Seamos claros: lo que se quiere es desaparecer las normales rurales”, reprochó.

Como anécdota, recordó de una reunión con el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, en la que “una madre de los 43 (normalistas desaparecidos) le reclamó por qué desapareció la Normal del Mexe”, a lo que el funcionario respondió indignado: “yo no desaparecí ninguna escuela, al contrario edifiqué una escuela y con mayor capacidad para dar educación a un mayor número de estudiantes”.

En ese sentido, Rosales Sierra advirtió que “lo mismo dirá este gobierno, no desaparecemos las Normales Rurales sólo les quitamos el internado y damos el recurso directo a los estudiantes. ¿Dónde oí eso?”.