• Un líder religioso aisló a estas personas una comunidad de Colombia

Tras varios días de expectativa a la espera de la segunda aparición de Jesucristo pregonada por una secta religiosa asentada en una población rural del norte de Colombia, cerca de tres mil habitantes de la localidad de Isabel López se quedaron esperando “el fin del mundo”. Ni modo. Que siempre no.

Isabel López es una población del departamento caribeño del Atlántico, con viviendas de madera, calles sin pavimentar y sin drenaje. Fue en ese sitio donde

25 feligreses de la congregación evangélica Berea anunciaron que el 28 de enero era el día del “juicio final” y explicaron que lo mejor era quedarse en casa para esperarlo.

Pero el tiempo y el día concluyó y no pasó absolutamente nada.

Ante ello, el líder de la “secta” o grupo religioso, el pastor y exprofesor universitario Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, publicó un vídeo en el que negó que los integrantes de su comunidad fueran a cometer un suicidio colectivo.

Dijo que desde la mañana del jueves, sus feligreses se colocaron frente a la vivienda que sirve de templo, ayunaron para “limpiarse”, para que en la “nueva llegada del Mesías” estuvieran libres de pecados.