• * Abel Bruno, primer edil de Malinaltepec, alertó que se ha recrudecido la violencia entre comuneros de ese municipio y los de Alacatlatzala, por lo que urge una pronta solución al conflicto agrario

Redacción

Las demarcaciones de Malinaltepec y Alacatlatzala llevan 78 días ininterrumpidos de balaceras debido a un conflicto agrario, afirmó el alcalde Abel Bruno Arriaga, quien explicó que desde hace más de 40 años ambos núcleos ejidales se disputan la posesión de tres mil hectáreas. 

En entrevista, indicó que el conflicto se reactivó el 12 de mayo pasado y a diario se registran balaceras en varios puntos de colindancia, como son Encino Roble, Plan de Natividad, San Antonio, El Obispo y El Mesón.

“Desde entonces, hasta la fecha, no han parado de dispararse” los miembros de ambos bandos, dijo el acalde, quien reiteró que “se ha recrudecido la violencia, se habla de heridos, se habla de incursiones armadas, de quema de viviendas y eso nos preocupa mucho como gobierno municipal, porque somos los más interesados en que haya paz y tranquilidad en la zona”, dijo.

Bruno Arriaga comentó que gestionó cuatro mesas de trabajo con autoridades estatales y federales, para tratar de restablecer la paz. 

La primera mesa se realizó el 13 de mayo en las instalaciones de la Procuraduría Agraria, en la ciudad de Tlapa, pero no se logró ningún acuerdo.

La segunda mesa de trabajo tuvo lugar en Chilpancingo el 27 de mayo, a la que asistieron representantes de los núcleos de Malinaltepec y Alacatlatzala; tampoco se lograron acuerdos. 

La tercera negociación fue gestionada por la diputada federal Araceli Ocampo Manzanares y se realizó el 10 de junio en el Tribunal Unitario Agrario número 12; en esa ocasión, los núcleos agrarios acordaron una “tregua de paz”. 

Ambas partes se comprometieron a que no habría agresiones armadas mientras se resuelva el expediente número 72/2017 y se tuviera claridad respecto a quién pertenecen las tres mil hectáreas en disputa. 

Sin embargo, los comuneros de Malinaltepec y Alacatlatzala no respetaron el pacto de paz y retomaron las agresiones armadas. 

La última mesa de negociación se realizó el 29 de junio en la ciudad de Tlapa, con la mediación del Centro de Derechos Humanos de la Montaña ‘Tlachinollán’ y la participación de autoridades estatales y federales. 

En esa reunión, los comuneros se comprometieron nuevamente a mantener la paz, pero rompieron el pacto ese mismo día. 

Bruno Arriaga explicó que, como alcalde, los conflictos agrarios están fuera de su ámbito de competencia, pero al gobierno municipal le corresponde “mantener la paz y la gobernabilidad”. 

Remarcó que “los temas agrarios son delicados porque la tierra se defiende hasta con la vida” y por ello es urgente que se encuentre una solución a este conflicto.

“Yo lo he dicho y lo he manifestado, eso molesta a algunas partes, que si no se atiende adecuada e inmediatamente este conflicto, vamos a tener muertos”, alertó.

Informó que el miércoles platicó con la diputada federal Araceli Ocampo Manzanares, quien buscó la colaboración de la Subsecretaría de Derechos Humanos del gobierno federal que encabeza Alejandro Encinas Rodríguez. 

Bruno Arriaga consideró, de manera personal, que el conflicto agrario entre Malinaltepec y Alacatlatzala tiene una única salida: la económica. 

“El uso de la fuerza pública o la violencia no son una solución, tiene que plantearse una salida digna y desde mi punto de vista, se debe compensar a las partes de manera económica, para que dejen de agredirse”, sostuvo. 

Además, insistió en que el Tribunal Unitario Agrario número 12 tiene que emitir una sentencia lo antes posible; indicó que ya hay un compromiso de resolver el juicio en 20 días. 

Mientras tanto, dijo que se debe aplicar el pacto de no agresión y se tendrá que recompensar económicamente al núcleo agrario que no resulte favorecido en la resolución del Tribunal Agrario.