• * El gobierno que encabeza el alcalde Antonio Jaimes Herrera no les ha dotado de equipo para evitar contagios, se quejan uniformados

Jonathan Cuevas/API

IGUALA.— Un elemento de la Policía Municipal murió la madrugada de este domingo sin que las autoridades informen hasta el momento cuál fue la causa, aunque compañeros de trabajo aseguran que trabajó enfermo y será cremado, por lo que sospechan que tenía COVID-19.

Y es que en la corporación hay 15 elementos que también enfermaron de forma repentina, la mayoría presentó síntomas de esta enfermedad y obtuvieron una incapacidad, que algunos ya están a punto de concluir.

Sin embargo, el gobierno de Antonio Jaimes Herrera no les ha realizado la prueba correspondiente a los miembros de la corporación y los agentes continúan en funciones normales, llevando detenidos a la barandilla municipal todos los días, lo que aumenta el riesgo de que se multipliquen los contagios de coronavirus.

El agente que perdió la vida se llamaba Juan Francisco Rivera, quien, de acuerdo con fuentes de la corporación, presentó síntomas de la enfermedad desde hace un mes, aproximadamente, pero no quiso ausentarse de su trabajo, mientras que sus superiores tampoco le exigieron guardar la cuarentena necesaria para descartar que, en caso de ser positivo a COVID-19, no contagiara a sus compañeros o personas ajenas a esta corporación durante sus contactos con la sociedad civil.

De acuerdo con las fuentes, el agente falleció la madrugada de este domingo, aproximadamente a las 4:00 horas. Su deceso conmocionó no solamente los elementos de Seguridad Pública municipal sino también en el ámbito deportivo, debido a que fue árbitro en la liga de fútbol amateur de Iguala.

El alcalde Jaimes Herrera ha guardado silencio ante esta situación y no ha explicado a la ciudadanía por qué el uniformado continuó trabajando a pesar de estar enfermo, y tampoco ha dicho si les realizó los estudios correspondientes a los 15 elementos que permanecen en cuarentena, y si es necesario o no aplicarlos a toda la corporación y personas que hayan estado en barandillas durante el último mes, debido a que en las celdas no hay protocolos de seguridad sanitaria y los detenidos son aglomerados en las celdas sin que se respete la sana distancia.

De acuerdo con testimonios de algunos elementos que pidieron anonimato por temor a represalias, la administración que encabeza  Jaimes Herrera se ha negado desde el principio de la pandemia, a dotar de insumos sanitarios a los uniformados a pesar de que su labor implica un riesgo para su salud y la de otros ciudadanos.

Denunciaron que en un principio se le pidió a los mandos gel antibacterial, cubrebocas y sanitizantes, pero el alcalde simplemente no respondió a su solicitud. API