Las diferencias entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, escalaron de nivel y tensión tras los señalamientos que hizo el mandatario jalisciense al titular del Ejecutivo Federal sobre la presunta injerencia de éste en los disturbios que se generaron durante las protestas en Guadalajara para exigir justicia en el caso de Giovanni López, un joven que fue asesinado presuntamente por policías.

El asesinato de Giovanni López se dio a conocer luego que se difundieron videos sobre la detención del joven en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, a manos de policías locales. Posteriormente se informó del deceso de Giovanni, de 30 años, que se presume estaba bajo custodia policial.

Los sucesos generaron indignación ante el presunto abuso policial y luego que se dio a conocer que su arresto se había dado porque supuestamente no portaba cubrebocas, cuando es obligatorio en la entidad ante la pandemia de coronavirus o COVID-19.

Un mes después, y ante la indignación que cobró fuerza en redes sociales, las autoridades estatales dieron a conocer que, de acuerdo a las investigaciones, la detención de Giovanni no se dio por el presunto uso del cubrebocas como en un principio se dio a conocer.

Además, que por este hecho ya hay tres personas detenidas: un comisario municipal, un mando medio y un policía; además se anuncian otras órdenes de aprehensión para deslindar responsabilidades.