• * El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa consideró que la estadística de muertos y casos de coronavirus en México “es ecandalosa”

Alondra García

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, advirtió que la estadística nacional y mundial de muertos y contagios por COVID-19 “es escandalosa”, pero pidió a los feligreses a no perder la tranquilidad y la esperanza ante la pandemia. 

El prelado ofició la misa dominical en la concatedral de Chilapa y durante la homilía sacó una hoja de su bolsillo para dar lectura a las cifras de fallecimientos a causa del Coronavirus. 

Indicó que hasta este domingo, nuestro país alcanzaba los 3 mil 354 muertos; “ya llevamos bastantes”, expresó. 

Mientras que Estados Unidos de Norteamérica suma más de 76 mil, Reino Unido más de 30 mil, Italia más de 29 mil, España más de 30 mil, Francia más de 25 mil, Brasil más de nueve mil muertos, Alemania más de siete mil y China más de cuatro mil. 

Rangel Mendoza alertó que tan solo en Guerrero hay 532 casos confirmados y 69 fallecidos, mientras que en el municipio de Chilapa de Álvarez se tiene un reporte de nueve contagiados y un muerto por causa de COVID-19.

“Ante esta pandemia, el corazón de muchos de nosotros está turbado, tenemos miedo a contagiarnos, tenemos miedo a morir”, expresó. 

Por ello, dijo que es necesario en medio de la crisis “voltear a ver a Jesús”.

Señaló que cuando Jesucristo reveló a sus discípulos que sería entregado, condenado y asesinado, les pidió no perder la paz. 

“Era una turbación tremenda para los discípulos, para la Virgen María, para aquellos que lo seguían, pero Jesús les dijo: no se turbe su corazón, no se turbe su amor. Él decía: no teman, rebaño mío, yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”, expuso el obispo. 

Rangel Mendoza recordó que el mundo ya ha enfrentado varias pandemias, como la gripe española en 1918, que dejó una cifra estimada de entre 50 a 100 millones de muertos. 

“Las bacterias y los virus siempre han existido, pero hay que resistir, ante todo, con espíritu cristiano, de fe, de confianza en que Dios está con nosotros y nos va a ayudar siempre y cuando cooperemos, pongamos lo que está de nuestra parte en lo que están pidiendo las autoridades sanitarias”, aseguró. 

El prelado también se refirió brevemente a la celebración del Día de las Madres y explicó debido a la pandemia, las felicitaciones fueron “virtuales”. 

Aun así, llamó a los feligreses a darles a sus madres, vivas o difuntas, “un gran regalo de amor y de gratitud”.

Subrayó que “el amor de la madre es el que se parece más al amor de Dios, un amor de entrega, de sacrificios, que se da totalmente, un amor sin intereses, que perdona, que acompaña”. 

Por ello, dedicó la misa para pedir por las madres, principalmente por aquellas que enfrentan problemas, dificultades económicas y las que sufren por la conducta inconveniente de sus hijos.