- * Jesús Mendoza, quien dirige grupo de apoyo a mujeres violentadas en Acapulco, dijo que si el paro “Un Día Sin Nosotras” es para dignificar a las mujeres, “es muy bueno”
Alondra García
El sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza señaló que en Guerrero las mujeres son víctimas de “violencias invisibles que, por ser tan comunes, se perciben como algo normal”, y por ello saludó el paro nacional “Un Día Sin Nosotras” que se realizará el próximo 9 de marzo para exigir seguridad.
El clérigo informó que actualmente hay 44 mujeres inscritas en el Grupo de Apoyo a Víctimas de la Violencia, operado por la parroquia de San Isidro Labrador, que se ubica en la colonia Sabana de Acapulco.
Consultado vía telefónica, el sacerdote explicó que el grupo de ayuda se creó debido al “entorno violento” que prevalece contra las mujeres en esa zona de Acapulco.
Mendoza Zaragoza, quien es fundador de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Acapulco, detalló que la mayoría de los casos son de violencia intrafamiliar y laboral.
Se trata, dijo, de “violencias invisibles que, por ser tan comunes, se perciben como algo normal”.
Por ello, explicó que la metodología del grupo de apoyo se enfoca en que las mujeres “sanen sus heridas, se fortalezcan y se adueñen de sus propias decisiones”, para que no permitan más violencia en sus vidas.
El párroco indicó que en el Grupo de Apoyo a Mujeres Víctimas de la Violencia hay “historias que llenan de enojo”.
Señaló que la violencia en Guerrero y en todo el país “es histórica” y forma parte de la cultura popular.
Por ello, saludó el paro nacional de mujeres que se realizará el lunes 9 de marzo para exigir seguridad, justicia e igualdad. “Si el movimiento se da para dignificar a la mujer, es muy bueno”, apuntó.
Aseveró que la violencia de género es un tema que debe discutirse en el ámbito nacional, político y social, y sobre todo es necesario que se construyan protocolos para proteger y atender a las mujeres que son víctimas de “violencias invisibles” que atentan contra su dignidad humana.
El objetivo, dijo, es que México tenga “mujeres fuertes que caminen con los varones para construir una sociedad fuerte”.
Por ello, consideró que además de la protesta social deben generarse acciones desde el ámbito educativo para reivindicar el papel de la mujer y que la violencia de género no sea vista como algo normal.