• * Gregorio Portillo, de Morena, dijo estar dispuesto a negociar con los grupos criminales para frenar la violencia en ese municipio de Tierra Caliente
  • * Lamentó que “algo tan sencillo, como es solicitar la presencia de las fuerzas federales y estatales” en ese lugar, “se haya convertido en escándalo nacional”

Alondra García

El alcalde de Zirándaro, Gregorio Portillo Mendoza, denunció que él y su familia han recibido amenazas de muerte a partir de que denunció la crisis de violencia en ese municipio de Tierra Caliente, y dijo estar dispuesto a negociar con los grupos del crimen organizado, ante la falta de respaldo de los gobiernos federal y estatal.

Este viernes, el gobierno del estado difundió nuevos comunicados en los que negó tener evidencias de que en ese lugar haya una crisis humanitaria y de violencia, y en respuesta el presidente municipal difundió su postura en su cuenta personal de Facebook, en la que condenó esa comunicación.

“Yo no voy a jugar el juego perverso del gobierno estatal, corporaciones y algunos medios de comunicación. Es el mismo camino trillado de siempre… me van a conducir a la confrontación directa con los cárteles, éstos me asesinarán y después saldrá el gobierno a decir que lamenta los hechos y a exigir una investigación exhaustiva”, alertó el alcalde morenista.

Incluso reveló que desde el miércoles “arreciaron” las amenazas contra él y su familia, lo que consideró “es natural, puesto que mis declaraciones están tocando intereses, pero créanme señores funcionarios que ustedes bien pudieron evitar exponerme de esta manera si en cuanto pedí apoyo lo hubieran dado y no orillarme a recurrir a la prensa para ser escuchado”.

Añadió que “me da mucha pena que algo tan sencillo, como es solicitar la presencia de las fuerzas federales y estatales en el municipio, se haya convertido en escándalo nacional por su falta de sensibilidad y tacto político”.

El alcalde acusó de “indolente” al gobierno estatal por dudar de la “emergencia” que se vive en Zirándaro, y señaló que “si así me tratan a mí, que soy alcalde, imaginen cómo tratan en el nauseabundo Ministerio Público a un campesino que acude a denunciar el despojo de sus pertenencias (…) por grupos de la delincuencia. Si bien le va, lo tratan de mentiroso y le piden que lleve, casi casi, al que le quitó sus cosas y el video del acto. Pero lo común es que los empleados de ese nauseabundo organismo terminen entregando a ese campesino a las organizaciones criminales de las cuales también son empleados”, acusó.

Portillo Mendoza aclaró que no quiere confrontarse, perjudicar ni beneficiar a nadie, “sólo busco que se mantengan las familias en sus comunidades, que termine este doloroso exilio de las familias que confiaron en mí. Y si llegara a persistir la sordera y la indolencia de los funcionarios, buscaré cualquier alternativa incluso servir de mediador, para buscar termine esta situación de más miseria y abandono”, sentenció.

Por ello, dijo que hará “todo lo que esté en sus manos” para que la crisis que enfrenta Zirándaro “llegue a buen término”.

Además, dijo que no busca convertirse en “otro mártir más que en nada, absolutamente en nada, ayudará a resolver la situación” de su pueblo.

Subrayó que él regresó a Zirándaro después de años de exilio “por una guerra similar”.

“Seguridad sí, confrontación no”, escribió el alcalde.