*Se trata del caso de Yndira Sandoval, quien fue detenida en estado de ebriedad en Tlapa, hace 2 años, por negarse a pagar la cuenta en una clínica privada, por policías preventivos de ese municipio
Redacción
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió la Recomendación 63/2019 al alcalde de Tlapa de Comonfort, Dionicio Merced Pichardo García, y al fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila, por supuestos actos de tortura y violencia sexual en agravio de la activista feminista Yndira Sandoval Sánchez.
A través de un comunicado, la CNDH informó que después de dos años de investigación sobre este caso ocurrido el 16 de septiembre de 2016, consideró que elementos de la Policía Preventiva de Tlapa incurrieron en actos de tortura y violencia sexual en agravio de la líder feminista del PRD.
Además, señaló que la Fiscalía General del Estado (FGE) atendió los hechos de manera inadecuada, vulnerando los derechos humanos a la integridad personal, acceso a la justicia en su modalidad de procuración, a la privacidad y a vivir una vida libre de violencia.
En su recomendación, la CNDH reconoció que la activista y su pareja se encontraban en estado de ebriedad y alterando el orden público cuando fueron detenidos por la Policía Preventiva de Tlapa el 16 de septiembre de 2017.
También admitió que hubo comportamientos agresivos contra las autoridades policiales al momento de su detención.
Sin embargo, el organismo consideró que esas circunstancias “no justifican la reacción” de la Policía Preventiva hacia la activista.
La CNDH aseveró que, tras su investigación, concluyó que la agraviada presentó lesiones en el cuerpo y secuelas psicológicas como consecuencia de la violencia sexual y resolvió que dichos actos trascienden a tortura.
Por otra parte, la CNDH observó que la FGE “vulneró el derecho de la agraviada de acceso a la justicia, al negarle la posibilidad de presentar su denuncia debido a estereotipos de género, lo que derivó en dilación para la investigación de la agresión sexual”.
Además, señaló que los dictámenes periciales en medicina legal y psicología no le fueron practicados de manera inmediata porque no había personal disponible.
El organismo defensor de derechos humanos también determinó que la Policía Preventiva y la FGE no garantizaron la protección de los datos personales de la víctima, debido a la difusión de fotografías y videos del arresto de la líder feminista.
Por ello, la CNDH recomendó a la FGE y al alcalde de Tlapa “reparar el daño a la víctima”.
Al fiscal se le solicitó continuar con la integración de la carpeta de investigación, que deberá ser tramitada con perspectiva de género; colaborar en la queja que se presente ante el Órgano Interno de Control contra las personas servidoras públicas responsables; capacitar a todos los agentes del MP adscritos a la Región Montaña para la investigación con perspectiva de género de casos de violencia sexual contra las mujeres; emitir un protocolo con perspectiva de género sobre medidas de seguridad en las agencias del MP y realizar un diagnóstico para evaluar las necesidades de personal ministerial y pericial.
Al alcalde de Tlapa de Comonfort se le pidió colaborar en la denuncia que se presente ante la Fiscalía Estatal contra las mujeres integrantes de la Policía Municipal que participaron en los hechos, así como en el trámite que se realice ante la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental para que investigue y determine la responsabilidad de los elementos de la Policía Municipal involucrados y capacitar al personal policial.
El caso, polémica nacional
El caso de Sandoval Sánchez causó polémica a nivel nacional por la crudeza de la denuncia pública, pero también por la difusión de dos videos que pusieron en entredicho su historia.
En un primer momento, la líder feminista del PRD dijo que viajó a la ciudad de Tlapa con su pareja, donde impartiría una conferencia en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Explicó que al estar en ese municipio de la Montaña de Guerrero se accidentó con un clavo cerca del seno y por ello acudió a la clínica San Antonio.
Relató que al terminar la consulta trató de pagar con su tarjeta bancaria, pero el médico le dijo que sólo recibían efectivo. Por ello, dijo que salió a buscar un cajero electrónico.
Contó que al regresar a la clínica había una patrulla con seis policías que intentaban detener a su novio, bajo el argumento de que se habían negado a pagar la cuenta.
De acuerdo con el relato de Sandoval Sánchez, los policías también la detuvieron a ella de manera violenta y en barandilla fue víctima de abuso sexual por parte de la policía municipal Claudia Juárez Gómez.
Tras la polémica a nivel nacional, se difundieron dos videos de la detención de la activista y su novio.
Los videos dejaron en evidencia que Yndira Sandoval Sánchez se encontraba en estado de ebriedad, alterando el orden público y que en ningún momento fue sometida con brutalidad por los elementos de la Policía Preventiva de Tlapa de Comonfort.
En el primer video se ve cómo las mujeres policías se acercan a la activista afuera de la Clínica San Antonio y le preguntan: “¿Y el alcohol qué?”
La feminista responde: “¿Eso qué?, no es un delito, cabrón”.
Una de las mujeres policía le explica que su intención es cuidarla, pero una vez más la activista contesta con altanería: “Me voy a cuidar, pero eso no es un delito. Beber no es un delito”.
De pronto, la joven se dirige a la cámara y levanta la voz: “Beber no es un delito y tus compañeros de la policía de Tlapa me quieren detener y no es un delito beber, ¿sale? No voy a ser una desaparecida como ellos dicen que ahorita voy a ver si sí o no lo soy. Soy Yndira Sandoval Sánchez, soy activista feminista, defensora de derechos humanos de las mujeres. Me detuvieron arbitrariamente estos tipos. Me robaron mi celular adentro de este hospital de Tlapa. Me accidenté con un clavo, vine a recibir atención y me robaron, ¿sale?”.
En el segundo video se ve a la activista Yndira Sandoval Sánchez en el momento en que registra la entrega de sus pertenencias para ser llevada a una celda.
“¡Cómo les indigna que una pinche ciudadana pendeja conozca sus derechos, ¿no?!”, se escucha gritar a la feminista.
Después, se observa cómo canta a gritos: “Policía, amigo el pueblo está contigo, policía jodido también eres amigo”, para finalizar con la siguiente expresión: “¿Eh? Es pueblo, cabrón, eres pueblo, cabrón, y que opinen, ojete”.
A los videos se suma una declaración que la policía preventiva Claudia Juárez Gómez realizó ante los medios de comunicación, en la que relata con lujo de detalle su versión de los hechos.
Contó que al momento de realizar la detención, la líder feminista se encontraba ebria, se resistió al arresto e incluso amenazó y denostó a los policías.
“Ella me respondió que quién era yo, que yo no era nadie para decirle qué es lo que ella debía de hacer y qué no hacer, que yo no tenía por qué decirle, que era una pendeja, que el simple hecho de ser yo policía no la iba a intimidar, que ella tiene muchas influencias, que es una activista feminista de derechos humanos, una licenciada en contra de la violencia de las mujeres, que yo el simple hecho de tocarla o de detenerla me iba a arrepentir, que su mamá es una diputada federal, que yo me iba a quedar sin trabajo al día siguiente si la llegaba a detener, que me iban a despedir de mi trabajo”, relató.
De acuerdo con Claudia Juárez Gómez, de camino a la comandancia la activista “venía gritando, pateando, diciendo que soy una puta, maldita perra, maldita policía estúpida, te crees porque tienes el uniforme, pero sin el uniforme eres una persona como yo, eres una mujer, eres una mujer como yo, fíjate bien”.
Cuando llegaron a la Comandancia de la Policía Preventiva, dijo que la activista se alteró al momento de registrar sus pertenencias.
“Ella llegando agarró y aventó al escritorio un tupper, aventó su brasiere y aventó una cartera y le dijo a mi compañero que ahí estaba. Entonces mi compañero le dice revise bien sus cosas y ella le contestó revísalas tú pendejo. Entonces mi compañero le dice que si eso era todo, entonces traía una cadenita y le dice que la sacara, entonces ella la saca y la avienta, después una esclava, la saca y la avienta igual, se saca dos aretes, uno de ellos lo tira a propósito al suelo y me dice que lo recogiera”.
“¿Lo quieres?, recógelo”, le habría dicho la feminista a la mujer policía, según la versión de ésta última.
“Yo no tengo por qué recogerlo, fue lo que yo le dije. Entonces ella agarra y me dice: te estoy diciendo estúpida que lo recojas. Lo tienes que apuntar (en el registro de ingreso) y si lo quieres lo vas a recoger. Yo le dije que yo no lo tiré. Entonces ella agarra y empieza a cantar una canción de que policía amigo el pueblo está contigo, policía jodido también eres mi amigo. Empieza a decir: tu eres pueblo cabrón, eres pueblo y te oprimen, ojete, anota eso sino no te firmo. Después de que dijo eso, mi compañera anotó todo lo que ella traía, le dijo que firmara. Ella dijo que no tenía nada que firmar, que le hiciéramos como quisiéramos pero que ella no iba a firmar”, contó la policía.
Sobre la denuncia de abuso sexual, la mujer policía negó la acusación, señaló que es madre de tres hijos y que nunca antes se había visto involucrada en un señalamiento de ese tipo.
El rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, también puso en entredicho la versión de Yndira Sandoval, pues aclaró que no la conocía y que no estaba programada ninguna conferencia con ella como ponente, como había dicho la líder feminista para explicar su presencia en Tlapa.